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Alcemos la voz

A partir del año 2022 las webs de La Marx International vienen teniendo un sostenido crecimiento en visitas, lecturas, mensajes e interacción con miles de activistas el mundo entero superando el medio millón de visitas anuales. Es un fenómeno sorprendente teniendo en cuenta que nuestras web no tiene un formato comercial como librería on line, o medios de comunicación como el 99% de las webs de izquierda existentes ya sea Revista Jacobin, o la Editorial Haymarket que son la base de la socialdemocracia de la Internacional Progresista basada en el Democratic Socialist of America (DSA) de Estados Unidos, u otras webs como la Breche del NPA de Francia, la Fundación Rosa Luxemburgo de Alemania, WSWS de Estados Unidos, así como Periodismo de Izquierda o Izquierda Diario de Argentina. Estas webs requieren de una fuerte inversión en empleados, recursos, periodistas, diseñadores, así como de contratos con empresas para un mejor ubicación y posicionamiento en la web, y son regenteadas por organizaciones que existen hace 30 o 40 años.

La Marx International no vende nada, ni supone ninguna inversión comercial salvo la mínima del contrato para poder publicar la web. Por otro lado es una organización muy nueva que apenas tiene 4 años, y cuenta con muy humildes recursos por lo que toda la web desde la elaboración, edición, o recursos se hace en base a un enorme esfuerzo militante. Los números aunque son humildes en relación al activismo global, y también comparándola con otras webs de organizaciones mas antiguas, resultan en un sorprendente crecimiento que es la expresión de una tendencia que se está afianzando. El sesgo de los datos indica que La Marx International comenzó a transformarse un pequeño polo para un numeroso sector del activismo y la vanguardia global, lo cual nos coloca como tarea la de dirigirnos a un sector mas numeroso para llegar a nuevos sectores ya que cuantos mas activistas nos conocen, mas activistas se acercan e interesan en nuestras posiciones.

 respecto a la posibilidad de construir el partido en medio del proceso de revolución este es un proceso mundial que tiene muchas posibilidades de avanzar tenemos 8 web Page y en el año 2022 se produjo un salto en la influencia que estamos teniendo en sectores importante del activismo mundial lo que produjo un salto en la cantidad de visitas a nuestras páginas webs entonces 

La crisis del activismo mundial 

hay una crisis de activismo mundial. La oleadas y procesos revolucionarios que se desarrollan en los 5 continentes dan origen a una camada de miles de activistas que se desarrollan en las luchas sindicales, democráticas, feministas, raciales, por el clima, por la independencia nacional, por las opresiones sexuales, etc. Nuestra política es hacia las grandes masas, pero con ella buscamos ganar a éste activismo mundial que emerge, y constituye la vanguardia de la revolución contra el capitalismo. 

Éste activismo ofrece la materia prima para la construcción de una dirección revolucionaria. Existe un cambio fundamental en la ubicación del activismo y la vanguardia mundial entre los siglos XX y XXI. En el siglo XX en el contexto de la lucha de clases de las décadas de 40`s, 50`s, 60's, 70's tras el fin de la 2da guerra mundial, emergieron con gran fortaleza los aparatos contrarrevolucionarios, el stalinismo, la socialdemocracia, los movimientos nacionalistas burgueses, etc. Éstas direcciones tenían millones de militantes, dirigentes, activistas, cuadros, intelectuales, sindicalistas, y lo mejor de la vanguardia mundial se encontraba entonces en el interior de éstas organizaciones.

La mayor parte del siglo XX la lucha de clases presentaba una realidad muy contradictoria: Por un lado y desde el punto de vista objetivo se daban grandes revoluciones como la derrota de los Nazis, la revolución Yugoeslava, la China, la de Corea, o Vietnam. Pero por otro lado, existía un gran retroceso desde el punto de vista subjetivo, de la conciencia: Los grandes proletariados y los pueblos confiaban en las direcciones traidoras. El Partido Comunista frances, o italiano, los PC's del mundo eran organizaciones con millones de afiliados.

Los obreros portaban orgullosos su carnet de afiliación al Partido Comunista porque creían y confiaban en el stalinismo. Lo mismo ocurría con los partidos laboristas, o socialistas, o los movimientos nacionalistas burgueses que contaban con millones de jóvenes y entusiastas militantes. Millones creían en Stalin, Mao, Khrushev, Cárdenas. Ghandi, Perón, Nasser, etc. Ésta realidad cambió completamente en el siglo XXI.

En el siglo XXI, los miles de activistas que surgen en los 5 continentes no pertenecen a la socialdemocracia, ni al stalinismo, ni a los movimientos nacionalistas burgueses, ni a los movimientos guerrilleros, ni a nada. Tiene simpatías por algunas direcciones pero, salvo excepciones, el grueso de los activistas no se siente representado por ninguna de estas organizaciones. Producto de la política traidora de las viejas direcciones y el 99% de la izquierda mundial, el activismo y la vanguardia no ve atractiva a estas organizaciones, ni las considera una opcion para organizarse. Se mantiene independiente, y por fuera de todas estas organizaciones.

Al ser el siglo XXI el de la revolución política, es el siglo donde miles de activistas se desarrollan fuera del control de los viejos aparatos, o incluso enfrentándose a ellos. El stalinismo, la socialdemocracia, los movimientos guerrilleros o nacionalistas burgueses se han convertido en cáscaras vacías, aparatos desiertos. Y los mejores activistas que surgen, se desarrollan por fuera de éstas organizaciones. Ésto hace necesario un cambio en la orientación y política de los trotskistas en el siglo XXI.

Durante el siglo XX, producto de la fortaleza de los aparatos contrarrevolucionarios, y la existencia de miles de activistas que se encontraba en ellos, en el movimiento trotskista se formulaban intensos debates acerca de cuales eran las mejores tácticas para vincularse a este activismo y ganarlo para las posiciones del trotskismo. De allí que existiese un permanente debate en esos años entre los dirigentes trotskistas alrededor de todo tipo de tácticas unitarias: El entrismo, el frente único obrero, el frente electoral, la unidad de acción, la exigencia a las direcciones, el frente unico antiimperialista, etc. fueron las t`´ácticas privilegiadas de los trotskistas en el siglo XX.

Era lógico que ésto sucediera porque además producto de la política contrarrevolucionaria de las direcciones surgían alas izquierdas en esas organizaciones que obligaban a los militantes trotskistas a debatir intensamente como mejor empalmar con ellas para que rompieran atrayéndolas al trotskismo. León Trotsky había formulado ya la táctica del entrismo en la década de los 30's para aprovechar las oportunidades de la lucha de clases aprovechando las crisis y el surgimiento de alas izquierdas en los partidos socialdemócratas.

Pero en el siglo XXI las cosas han cambiado completamente. A su vez, mucho del viejo activismo y vanguardia se ha quebrado y ya no cree en la revolución, es un sector social que hoy es retaguardia y está en la dirección de los grupos de izquierda. Su curso contrarrevolucionario es irreversible, por lo cual ya nada podemos esperar de éste sector.

Ésto obliga a un cambio en la definición de las tácticas prioritarias, por ejemplo el entrismo no puede ya ser hoy una táctica privilegiada. No debemos desacartarla, pero no puede ser prioritaria dado que los aparatos están vacíos, o solo llenos de arribistas y funcionarios, con lo cual un militante trotskista no tiene dentro de esas organizaciones prácticamente nadie con quien dialogar. Las tácticas unitarias son válidas para la movilización, pero incluso en la lucha cada vez tienen mas importancia las tácticas de autoorganización, de autodefensa, de autodeterminación que permite que se desarrollen mas rapidamente los nuevos dirigentes que enfrenten y superen a las viejas direcciones.

Cuando se trata de las tácticas para la construcción de los partidos revolucionarios, comienza a tener cada vez mayor importancia otras tácticas como la diferenciación, la delimitación, o la denuncia sistemática y permanente de las políticas capituladoras de las direcciones traidoras, y el 99% de los grupos de izquierda mundial. Es decir, el hartazgo o la desilusión del activismo mundial en las viejas direcciones, y el 99% de la izquierda mundial, requiere que aparezca un polo claro alternativo en defensa del Marxismo y sus principios, con lo cual aplicar éstas tácticas permite que comience a hacerse visible una herramienta revolucionaria que sea una opción para el activismo global.

l cien por cien

Cómo se gana a la vanguardia

Tanto una situación "normal", en la cual la tarea es la agitación en el movimiento de masas, como estas situaciones momentáneas y excepcionales que hemos descrito, nos plantean una pregunta. ¿Cómo trabajamos sobre la vanguardia? ¿Cómo la ganamos? ¿Tal vez con una política específica? La mayoría opina que sí, que a la vanguardia se la gana desarrollando campañas nacionales sobre cuestiones que "corresponden a las inquietudes "de la vanguardia" y tomando "iniciativas efectivas" en esas cuestiones. Nosotros opinamos todo lo contrario: que a la vanguardia la debemos ganar explicándole pacientemente (haciendo política sobre ella ) nuestra política para el movimiento obrero y de masas y no con una política especifica para ella. Este problema es muy importante, porque aquí radica el origen del grueso de las diferencias políticas concretas entre la mayoría y la minoría.

La vanguardia, nunca surge con tendencias hacia la política trotskista o bolchevique. Surge expresando las tendencias espontáneas de la lucha del movimiento de masas en ese momento, y la primera lección de política la recibe de los partidos reformistas con influencia de masas, de la burocracia sindical y de los fenómenos mundiales de la revolución. Esas son las ideas que primero conoce, antes sólo conocía el veneno que vomitan todos los días los órganos de propaganda de la burguesía. El partido revolucionario no tiene ninguna posibilidad de competir con la "propaganda de la burguesía y sus agentes en el movimiento obrero. Partimos, pues, de una situación de inferioridad. La vanguardia contemporánea, por ejemplo, nació a la vida política bajo la presión de la propaganda stalinista en un polo, y la castrista en el otro. Eso explica que durante un tiempo discutiera fundamentalmente los problemas de la lucha armada.

Si tomamos como punto de partida esas "inquietudes", nos veremos obligados a optar (como les ocurrió a los camaradas de la mayoría) por uno u otro polo. Quizás logremos, amoldándonos a esta situación, captar a un sector de esa vanguardia, pero sólo a costo de sacrificar nuestra propia línea política.

Ahora bien: captar a la vanguardia proguerrillera transformándonos en proguerrilleros, o a la vanguardia stalinista transformándonos en prostalinistas, ¿para qué sirve? Para nada. Es un golpe brutal a la posibilidad de dirigir la revolución. Sólo estaremos haciendo el juego a alguna de las políticas incorrectas que se expresan con mucha más fuerza que la nuestra dentro de la vanguardia. Tan pronto fracase la estrategia castrista o la stalinista, nuestro partido se hundirá con ella.

Como trotskistas, nosotros confiamos en el movimiento de masas; pensamos que él hará la revolución si sabemos construir un partido que lo dirija con una política correcta. Ese partido se construirá fundamentalmente ganando a la vanguardia para esa política trotskista, no para cualquier política o para su desviación de turno. Esta tarea es mucho más difícil y dura qué la que plantea la mayoría, pero es la única justa.

Captar a la vanguardia es un avance para el proceso revolucionario sólo si se la , capta para la política revolucionaria. El stalinismo captó a amplios sectores de la vanguardia . para su . política, y los esterilizó para dirigir la revolución, los liquidó como vanguardia. En nuestros días, el castrismo también captó a casi toda la vanguardia mundial y la llevó al desastre; desmoralizó políticamente a" un sector y llevó a la liquidación física a otro, a una gran parte de la vanguardia latinoamericana de los años 60.

¿Qué significa ganar a la vanguardia para la política trotskista? Algo muy sencillo: ganarla para la agitación, en el movimiento, de masas, de las consignas que nuestro partido elabora científicamente en cada etapa, para la estrategia de construir un partido bolchevique y para el programa de dicho partido. Es pelear muy duramente, día tras día, contra las direcciones burocráticas y reformistas, en primer lugar y contra las tendencias ultraizquierdistas en segundo término. Es decirle, ante cada problema de la lucha de clases: "Compañero de vanguardia, frente a esta situación, el stalinismo levanta tal consigna para el movimiento de masas; esa consigna es incorrecta porque nos lleva a, depositar confianza en algún sector de la burguesía, que terminará llevándonos al matadero. El ultraizquierdismo te plantea que te lances a realizar acciones por tu cuenta, aislándote del movimiento de masas, de tus compañeros de trabajo de todos los días: si le haces caso terminarás también siendo derrotado por la burguesía. Nosotros te planteamos que no te separes ni un milímetro de tus compañeros de trabajo, que permanezcas ligado al movimiento de masas, para convertirte en su dirección; que detectes cuidadosamente cuáles son los problemas ¡por los cuales tus : compañeros están dispuestos a movilizarse; busques la consigna precisa para llevar adelante esa movilización; y que esto que haces en tu trabajo lo hagas también a nivel nacional y de todo el mundo. Para realizar esta tarea debes dar un paso más allá de tu lugar de trabajo, necesitas organizarte en un partido de militantes como tú. En ese partido, que es el que estamos construyendo nosotros, hacemos lo mismo que tú haces en tu lugar de trabajo: buscamos las consignas adecuadas para movilizar en cada momento a las masas explotadas. Pero además sabemos que esa movilización de las masa terminará en la toma del poder o será derrotada, y tenemos un programa, el programa de transición, que es el que encadena las consignas hasta conducir a las masas a la toma del poder. "Te invitamos a construir ese partido con nosotros y a adherir a nuestro programa."

Así de sencilla es la tarea sobre la vanguardia: partir de las consignas que agitamos en el movimiento de masas, y ganarla para el partido y el programa del que surgen dichas consignas. Y todo esto que tenemos que decirle a la vanguardia, ¿qué es sino propaganda (muchas ideas para unos pocos)? Pero, ¿cómo podremos hacer esta propaganda si no somos los campeones de la agitación de esas consignas?

Más aún, en los casos "excepcionales" que planteamos, nuestra propaganda tiene el mismo sentido. Después de un aplastamiento histórico del movimiento de masas, pasaremos s haciendo propaganda sobre la vanguardia. ¿Y qué le diremos? "Compañero: el movimiento obrero está derrotado pero confiamos incondicionalmente en que volverá a luchar. No te lances a acciones por tu cuenta: estudia y aprende toda la experiencia acumulada por los trabajadores en más de un siglo de lucha; fórmate como la dirección de esas nuevas luchas que inevitablemente van a venir; sondea cuidadosamente a tus compañeros y, apenas los veas dispuestos a reiniciar la lucha, aunque sea por una cuestión ínfima y mezquina, busca y plantea la consigna adecuada para esa lucha. El único sitio donde puedes estudiar y aprender toda esa experiencia, el único sitio donde podrás elaborar esa consigna, es nuestro partido."

Veamos el otro caso excepcional, el de la III Internacional. Acaso definió Lenin una política específica para ganar a la vanguardia mundial? ¿Hizo "campañas políticas nacionales" en torno a las "inquietudes" de la vanguardia? ¿Se puso a favor de los socialistas de izquierda y los anarco-sindicalistas a los que quería ganar, en contra del oportunismo y el socialchovinismo de los partidos socialdemócratas? Nada de eso; ganar a la vanguardia significaba convencerla de que debía darse "una labor de agitación política unificada. . . que se dirija a las grandes masas"; ganarla para la política del partido bolchevique ruso. Y esto significaba hacerla romper definitivamente con los partidos socialdemócratas y las tendencias anarquistas para que construyeran en cada uno de sus países partidos bolcheviques al estilo del ruso.

¿Por qué fue ésa la única oportunidad en que Lenin planteó que la tarea central era ganar a esa vanguardia? Porque el impacto de ese gran triunfo del movimiento de masas que fue la Revolución Rusa hizo que, por primera (y hasta ahora única) vez en la historia, la propaganda del marxismo revolucionario pudiera competir con éxito con la propaganda burguesa y reformista; porque por primera (y hasta ahora única) vez en la historia, la vanguardia de todo el mundo se orientó masivamente hacia el marxismo revolucionario, fascinada por el ejemplo del proletariado soviético y su partido bolchevique.