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Corona virus en Argentina, cronología de una improvisación/ Junio 2020

El fracaso de la cuarentena PJ- PRO- K agrava la crisis económica, social y política del país

Por Jorge Luis Arredondo

jorgeluisarredondo@revolucion.com.es

Si algo caracteriza el fracaso de la cuarentena capitalista PJ- K- PRO es la desidia, la improvisación y el desmantelamiento del sistema de salud. El 23/1/20 los diarios ponían en primera plana las declaraciones del ministro de salud Ginés González que tildaba de "disparate" las versiones de emergencia sanitaria por coronavirus y además aseguraba "No hay ninguna posibilidad de que exista corona virus en la Argentina". El 3/3 se detectó el primer caso en la clínica privada "Suizo Argentino" y el 7/3 teníamos el primer fallecido. A partir de ahí el gobierno comenzó con la desesperación y a darse cuenta que había subestimado la situación, El 13 de marzo el gobierno anunciaba una partida de 17 millones para ser volcada al sistema financiero pero anunciaba que no suspendería las clases porque podría ser perjudicial. El jueves 19 de marzo el gobierno decretó el aislamiento social preventivo y obligatorio ¿La idea? la misma que el resto de los países capitalistas del mundo: aplanar la curva.

Dos días después Fernández, Larreta, y Kicillof anunciaron la suspensión de las clases en todo el país, definieron, licencias laborales paran grupos de riesgo, el cierre de salas de cines y teatros, y de los Parques Nacionales. Lanzó una batería de medidas económicas y sociales mediante el pago de un bono de $3000 para jubilaciones mínimas, $3100 a beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo y de la Asignación Universal por Embarazo, pero millones no entraban en las condiciones y fueron a parar a las cuentas de las empresas, mientras los patrones seguían teniendo sus ganancias mientras suspendían y rebajaban sueldos. El 3/4 miles jubilados se hacinaron en las puertas de los bancos para cobrar sus pensiones por responsabilidad del gobierno que los expuso a extenuantes horas de espera, algo que podría preverse, pero demostraba improvisación y desidia, una tras otra.

Miles de despidos, suspensiones, rebajas salariales cayeron sobre los trabajadores, mientras Alberto Fernández, Kicillof, y el ministro de seguridad Berni cercaron el barrio Villa Itatí construyendo un verdadero ghetto, criminalizando a los sectores más humildes, militarizando el sector, y abandonándolos recursos para comer. Sin agua potable, sin remedios y sin trabajos, y la asistencia que el gobierno dice otorgar por televisión fueron totalmente mentira. Las Comunas de Quilmes y de Avellaneda, resolvieron aislar el barrio Villa Azul y que ambos municipios comparten.

"Si el dilema es la economía o la vida, yo elijo la vida" dijo Alberto Fernández.

Lo que no explicó nunca el presidente es la vida de quién le preocupaba, porque sus medidas fueron directo a destruir la vida de millones de trabadores ya bastante empobrecidos por los ajustes, la inflación en una economía devastada. Las cuarentenas fueron un ataque directo contra millones de trabajadores empobreciéndolos más, generando suspensiones, despidos e impidiendo que un 40% de los trabajadores informales puedan llevar su comida a diario.

"Las cuarentenas"

Todos los países del mundo han llevado adelante la aplicación de cuarentenas masivas como medida de combatir el virus. A lo largo de la historia las cuarentenas fueron implementadas contra las poblaciones pobres, discriminándolas o estigmatizándolas cuando en realidad son producto de la miseria del propio sistema de desigualdad social. En las fases tempranas de una epidemia, puede parecer razonable suspender actividades sociales masivas como espectáculos y eventos creados con un fin comercial, pero si son acompañadas de medidas para proteger y curar a la población. Las restricciones graduales, ejecutadas con firmeza y transparencia, acompañadas de medidas sanitarias tienden a funcionar mucho mejor que las medidas draconianas, en particular si están enfocadas a prevenir, transformar y subsanar la condición de vida de las mayorías. Especialmente convocando a la movilización de la población para organizar las tareas coordinadas por especialistas, la cual es de especial importancia para manejar las epidemias de manera adecuada en nuestro mundo interconectado y globalizado.

Pero no sucedió así. El gobierno aplicó las cuarentenas masivas destruyendo la economía de miles de trabajadores pobres, llevando adelante una cacería sobre los barrios deteniendo jóvenes, confiscando vehículos y reprimiendo las barriadas obreras. La idea del aplanamiento de la curva es un concepto capitalista, que toma a las personas como números y no como seres humanos, tratando que se enfermen los que se tengan que enfermar pero que no lo hagan todos al mismo tiempo debido a la falta de insumos, respiradores, personal capacitado y bien pago e instalaciones bien acondicionadas. Fue el resultado del desmembramiento del sistema de salud por parte del sistema capitalista durante más de 50 años. Para todo esto el gobierno no tomaba medidas con respecto al testeo, principal medida de protección social.

Aislamiento social preventivo y obligatorio una medida de ricos contra pobres.

Pero además, las cuarentenas capitalistas no sirven si no testea a toda la población. Un aislamiento masivo sin respiradores o sin salas acondicionadas o simplemente barbijos para sus enfermeros es una desidia total, y lo único que logran es que se contagien más personas, principalmente los más pobres. La cuarentena de Alberto Fernández acordada con el PRO perjudica la vida de millones de trabajadores, de cuentapropistas que se ganan la vida a diario, que ven perjudicada su fuente de ingreso, y son sometidos a más pobreza. Así lo explica el instituto Johns Hopkins:"Las consecuencias económicas del distanciamiento social son brutales para los miembros más pobres, más vulnerables y marginados de nuestra sociedad. Incluso mirando el tema únicamente en términos de vidas perdidas, lesiones sufridas y daños psicológicos de otra por vida, hay compensaciones que creemos que no han sido suficientemente reconocidas". Pero el gobierno capitalista no ha querido seguir los consejos de los institutos que vienen alertando una y otra vez de los efectos de las cuarentenas, por el contrario ha seguido las indicaciones de la corrupta OMS y el capitalismo mundial.

El Sistema de salud del conurbano en tiempos de pandemia

Por Araceli Hache

En los últimos meses nuestro país se vio afectado por un montón de carencias, donde el Estado claramente se encargó de tapar y que frente a una situación límite, como tal, salieron a la luz problemas básicos en nuestro sistema educativo. A nivel social, gente que no puede "cumplir" con las normas básicas de higiene ya que no posee agua o mucho menos una casa donde resguardarse del aislamiento que el gobierno tan livianamente propone.

La actual pandemia de Coronavirus pone sobre la mesa más que nunca la necesidad de un Sistema Único de Salud, financiado exclusivamente por el Estado y administrado por sus propios trabajadores, especialistas, junto a los usuarios, que garantice el acceso en forma igualitaria a toda la población, sin barreras sociales ni económicas, y de forma universal y gratuita, basado en la prevención, la promoción y la Atención Primaria de la Salud. Entrevistamos a una profesional de la salud de La Matanza que muy amablemente nos pudo contar como el sistema de salud se vio afectado, y la situación que ella describe es desesperante; de emergencia y caótica. Se estableció que todo el personal de salud llamado "el primer nivel de atención" fuera pasado al segundo nivel para cubrir guardias en las distintas salas de La Matanza. En la guardia espontánea, junto a enfermeros y algunos médicos, forman parte del "triage", un lugar muy polémico dónde el personal de salud se resiste a estar por la gran exposición a la que enfrentan, ya que es la recepción y clasificación de pacientes. Lo que nos cuenta es que el hospital carece de insumos y elementos desde mucho antes de esta pandemia, pero al verse en esta situación límite donde lógicamente se debería asegurar la salud del personal sanitario, esto no sucede, lo que trae como consecuencia una tensión general entre todo el personal, ya que solo hay kit de seguridad para los que se consideran "personal esencial" y el personal de salud mental queda excluido, pero igualmente los obligan a estar en el "triage" pero sin el kit de seguridad necesario.

También salió a la luz la violencia institucional y el mal trato a la comunidad, y se dejaron de lado las necesidades básicas de la población, por ejemplo no se reparto de leche que se les da a las madres una vez por semana, no hay más charlas sobre enfermedades de trasmisión sexual, violencia de género, y turnos para tratamientos de enfermedades crónicas que se dejaron para próximos meses. Madres que van a parir sin el apoyo y contención necesaria de un parto respetado, bebes que nacen en situación de pandemia, personas que se contagian de VIH, sífilis, entre otras ETS. Mujeres y niños que conviven con padres abusivos y violentos. La situación del personal de salud que está poniendo el cuerpo ante la pandemia, es un desastre corriendo riesgos sin kit de seguridad, sin aumentos salariales, sin insumos, y solo con aplausos y agradecimiento falsos y banales, impulsados desde algunos medios de comunicación para tapar lo que realmente sucede en los establecimientos sanitarios.

Mientras los medios de comunicación intentan romantizar la situación haciéndonos "quedar en nuestras casas". Pero la realidad es que la cuarentena capitalista agrava la desigualdad social, situación que queda clara y patente en la situación de los hospitales en La Matanza que como todo el conurbano, es un epicentro de la pandemia capitalista.

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