HACIA UNA TEORÍA DE LA CRISIS
Por Daniel Campos
I. INTRODUCCIÓN
La actual crisis global del capitalismo, ha abierto también una crisis en el marxismo. En medio de la crisis más grande de la historia del capitalismo, el problema más grande que enfrentamos los marxistas es la inexistencia de una Teoría de la Crisis, producto de que Marx y Engels no alcanzaron a elaborarla. Trabajaron elementos en distintas partes de su obra, pero nunca formularon una Teoría de la Crisis en forma acabada, orgánica y sistemática.
La inexistencia de una Teoría Marxista de la Crisis ha llevado a organizaciones y analistas marxistas a innumerables equívocos, malogradas interpretaciones y pronósticos erróneos sobre la actual crisis del Capitalismo. Éstas se han sumado a las falsas y en cierto punto disparatadas, teorías y explicaciones que han aportado analistas, economistas y dirigentes políticos defensores del capitalismo.
Esto ha configurado un panorama de desorientación general y despiste global respecto de la crisis. Este panorama ofrece la sensación generalizada de que estamos en una realidad que se desarrolla más allá del control humano, de un mundo conducido a la destrucción por fuerzas extrañas, imposibles de entender y comprender. Este sentimiento es hoy más fuerte que nunca entre franjas enormes de luchadores, activistas y dirigentes políticos y sociales del mundo entero.
Defensores del capitalismo como los Neokeynesianos (Krugman, Stiglitz, Roubini, etc), quieren que creamos que la Ley del Valor no existe y que los estados capitalistas pueden imprimir dinero en forma en masiva en un eterno y permenente salvataje del capitalismo. Otros disparates teóricos son los de gurúes de Wall Street como Nassim Nicholas Taleb, cuya Teoría del "Cisne Negro", plantea que nada puede predecirse, ni saberse de antemano dado que un "Cisne Negro", una catástrofe masiva, puede aparecer de la nada y arruinarlo todo.
Todas estas explicaciones dejan la Crisis del Capitalismo sin explicación. Y allanan el camino del marxismo, la única teoría científica que tiene la capacidad de explicar esta crisis de enorme magnitud. Sin embargo, la crisis actual del capitalismo, no significa automáticamente el triunfo del marxismo, por el contrario, el marxismo está sufriendo graves ataques de parte de los defensores del capitalismo, pero también de quienes se reivindican marxistas.
Un ejemplo de ello es la polémica desatada por Michael Heinrich un miembro del proyecto de publicación de las obras de Marx y Engels llamado MEGA. Heinrich quien es representante de lo que se ha dado en llamar el "Nuevo Pensamiento Marxista Alemán", escribió en la revista Monthly Review de abril del 2013 un artículo contra la Ley de la Baja Tendencial de la Tasa de Ganancia (LBTTG), afirmando que era defectuosa, empíricamente improbable, y que incluso Marx en sus últimos años la había abandonado.
De este modo, vivimos un proceso similar al que se vivió en los siglos XIX y XX cuando las teorías que buscaban liquidar el marxismo eran formuladas por dirigentes y personalidades que se reivindicaban marxistas. La afirmación de Heinrich recibió la respuesta de una serie de autores Marxistas como Roberts, Kliman, Freeman, Carchedi, Lebowitz, Williams y George quienes respondieron a Heinrich en defensa de la LBTTG.
Esta actitud de los autores marxistas en defensa de la LBTTG resulta valorable e importante porque la teoría marxista requiere ser defendida más que nunca. Pero aun cuando la LBTTG está íntimamente vinculada a las crisis en el capitalismo, y es el principal factor que las detona, no es una Teoría de la Crisis. Su defensa no nos exime a los marxistas de la tarea de formular una. La ausencia de una Teoría Marxista de la Crisis nos obliga más que nunca a trabajar en la formulación de premisas que nos permitan elaborarla, y esta tarea es la que emprendemos con este trabajo.
Esta tarea de elaboración científica requiere de la mayor atención por su necesidad inmediata, dado lo agudo de la crisis capitalista que estamos viviendo. Pero también en defensa de la Teoría Marxista que requiere de actualización permanente para ser defendida de los ataques que recibe. Para ello debemos huir de teorías elaboradas en el siglo XX que buscaron revisar la Teoría Marxista, y ahondar en la ortodoxia de los trabajos clásicos de Marx, Engels y Lenin para extraer de allí las conclusiones.
El fracaso de las diferentes teorías de la crisis de ninguna manera implica que sea imposible construir una Teoría Marxista de la Crisis. Es una contradicción que cuando una teoría marxista parece ser más relevante y más necesaria que nunca debido a que estamos viviendo la crisis del capitalismo más importante de la historia, el marxismo parece estar en su punto teórico más bajo lo cual lo ha llevado a una crisis.
Las corrientes políticas que han dominado el mundo del marxismo en los últimos años son las máximas responsables de esta situación. Nos referimos al stalinismo y al revisionismo mandelista ellos son los responsables de que parezca que la teoría marxista no nos lleva a ninguna parte, sino a una serie de callejones sin salida. Sin embargo, el problema que Marx planteó de explicar las tendencias de crisis en la acumulación capitalista, queda aún por resolver.
Marx no dio una respuesta simple a este problema. Pero vale la pena recurrir a las obras del propio Marx para resolver la cuestión, lo cual es el objetivo de este trabajo: Establecer las premisas de una Teoría de la Crisis, para marchar hacia una formulación global que nos permita responder a la crisis que ha sufrido el capitalismo a lo largo de su historia, y sobre todo, a la crisis actual, la más importante de la historia del capitalismo.
II. El fracaso de las diversas Teorías de la Crisis
Muchas teorías dentro de la Economía Burguesa y de la Economía Marxista enfrentaron la cuestión de las crisis capitalistas, pero fracasaron en dar una explicación científica a las mismas. Las teorías dentro de la Economía Burguesa fracasaron por su incapacidad de reconocer las contradicciones del modo de producción capitalista. En el caso de la Economía Marxista, esas teorías fracasaron por capitulación a la economía Burguesa, pretendiendo asimilar los elementos de la Economía Burguesa al marxismo.
Precisamente, la teoría Marxista establece un debate y profunda critica de la Economía Política Clásica capitalista. Para Marx la tendencia a la crisis era la culminación, y en un sentido, la más superficial expresión de las históricas tendencias del modo de producción capitalista. Veamos ahora las principales teorías burguesas y Marxistas de la Crisis
Superproducción: Teoría de la Crisis de la II Internacional
La Teoría de la II Internacional está en el Programa de Erfurt de 1891, escrito en conjunto por Karl Kautsky, August Bebel y Eduard Bernstein. Kautsky, considerado la máxima autoridad en el marxismo en ese momento, publicó su visión en su trabajo "La Lucha de Clases" en 1892, donde focalizó su análisis en los límites del sistema capitalista por su tendencia a la superproducción, la cual era atribuida a la fundamental contradicción entre la tendencia a desarrollar las fuerzas productivas por un lado y la tendencia a la a la restricción del poder de consumo de las masas al devaluar los salarios y crear exceso de población relativa, por el otro.
Para Kautsky esta tendencia crónica a la superproducción es una tendencia histórica o secular que lleva al capitalismo no sólo a violentas erupciones, sino a su destrucción final. "Junto con las crisis periódicas y sus manifestaciones permanentes, junto con los períodos recurrentes de sobreproducción y sus acompañamientos de la pérdida de la riqueza y de los residuos de la fuerza, se desarrolla la sobreproducción crónica" (1)
"Por lo tanto la producción del gran capital cava su propia tumba. Desde un cierto punto en adelante en su desarrollo cada nueva ampliación del mercado ha significado el surgimiento de un nuevo competidor... el momento se acerca, cuando los mercados de los países industrializados ya no se puedan ampliar y comenzarán a contraerse. Pero esto significaría la quiebra de todo el sistema capitalista. Desde hace algún tiempo más allá de la extensión del mercado no ha seguido el ritmo de las necesidades de la producción capitalista. Esta última es, en consecuencia cada vez más obstaculizada y se encuentra cada vez más dificultades para desarrollar plenamente el poder productivo que posee. Los intervalos de prosperidad se hacen cada vez más cortos; la duración de las crisis cada vez más largas " (2)
Para la Teoría de la Superproducción las crisis resultan del hecho de que cada rama, y de hecho cada capital, debe expandirse independientemente, sin importar cuales son las necesidades de la sociedad como un todo.
La otra cara de la Teoría de la Superproducción es la Teoría del Sub- Consumo que plantea que el capitalismo tiende a producir una demanda insuficiente para el consumo de bienes. Sostiene que las crisis ocurren debido a la excesiva explotación de los trabajadores, y dado que los trabajadores son pagados por solo un parte del valor que producen, ellos no pueden comprar el producto completo de su trabajo. Además los capitalistas que se apropian del valor son demasiado pocos para consumir los bienes que sobran. De esta forma las mercancías no encuentran compradores y se inicia la crisis.
La Teoría del Sub- Consumo es tradicional entre los dirigentes socialdemócratas, la burocracia sindical y la II Internacional, quienes plantean que pagándoles a los trabajadores mejores salarios se previene la crisis. Rosa Luxemburgo, una de los dirigentes más importantes del SPD alemán, comenzó una lucha contra el revisionismo de Bernstein, quien afirmó que el crecimiento del sistema de crédito y monopolios como los carteles, proporcionan un mecanismo para el alivio de las tendencias a la crisis de la acumulación capitalista.
En su respuesta a Bernstein, Rosa Luxemburgo cayó en el punto de vista Sub- Consumista y catastrofista. Luxemburgo abordó el tema de la crisis en una serie de artículos en "Leipziger Volkszeitung", posteriormente publicado en forma de folleto llamado, "Reforma o Revolución". Allí polemizó con Bernstein, quien afirmaba que el crecimiento del sistema de crédito y los monopolios como los carteles, proporcionan un mecanismo de alivio a las tendencias a la crisis de la acumulación capitalista.
Su argumento central era que el crédito y los cárteles sólo sirven para aplazar la crisis, al precio de intensificarlas. Así lo planteó: "Si bien es cierto que las crisis surgen de la contradicción entre la capacidad, y la tendencia a la expansión de la producción y la limitada capacidad del mercado para absorber los productos, entonces, a la vista de lo anterior, el crédito... aumenta enormemente la velocidad a la que la producción se expande, y proporciona la fuerza motriz interna que empuja constantemente la producción más allá de los límites impuestos por el mercado ...Después de haber dado lugar a la sobreproducción ...acelera el ritmo al que el capitalismo acelera su marcha hacia su propia destrucción, el colapso" (3)
Ella respondió también a Kautsky, haciendo la distinción entre las crisis periódicas que se explican por la anarquía del mercado, y la crisis terminal que vendrá en el futuro por el agotamiento final del mercado. Así lo planteó: "... Estamos en una etapa en la que las crisis no son un síntoma de ascenso del capitalismo, pero todavía no son un síntoma de su desaparición. ... Una vez que el mercado mundial más o menos llegue a su límite y ya no se pueden ampliar mediante expansiones repentinas...los conflictos entre las fuerzas productivas y los límites de intercambio comenzarán" (4)
En su libro "La acumulación del capital", Luxemburgo utilizó los esquemas de reproducción de Marx para afirmar es imposible la acumulación de capital en ausencia de nuevos mercados, e identificó el consumo, en lugar de la inversión, como la fuerza motriz de la producción capitalista. Entonces, el capitalismo depende de su unidad expansionista y sus tendencias imperialistas, para crear mercados en las nuevas áreas geográficas dominadas. El agotamiento de la periferia precapitalista conduce a una creciente competencia por los mercados restantes, que marca la última fase del imperialismo, que "es la expresión política de la acumulación del capital en su lucha competitiva por lo que queda aún abierta del ambiente no-capitalista" (5)
El gran error del análisis de Luxemburgo es su presunción de que el estímulo para la acumulación capitalista debe venir de una mayor demanda de consumo, pasando por alto el hecho de que la fuerza impulsora de la producción capitalista es la tendencia a aumentar la producción sin tener en cuenta los límites del mercado.
El trabajo de Luxemburgo proporcionó fundamento teórico a la teoría sub- consumista de la crisis, en su insistencia en que sólo el consumo puede proporcionar el estimulo final para la reproducción ampliada del capitalismo, por lo que el capitalismo sólo puede ser sostenido por las fuentes externas de la demanda.
El debate en la II Internacional sobre las crisis se desarrolló bajo el impacto de una nueva característica del capitalismo a partir del siglo XVIII: El marco de ampliación que significó el desarrollo industrial para el modo de producción capitalista con la enorme producción de mercancías, la exacerbación de la competencia entre los capitalistas industriales, la ampliación de los mercados, y su extensión a nuevas partes del mundo.
Pero el debate en la II Internacional al establecerse alrededor de los conceptos de "mercado", "oferta y demanda" y "competencia" estableció la Teoría de la Crisis en términos de la economía burguesa, lejos del análisis del proceso de Acumulación, y poniendo el análisis de la crisis en términos de "mercado". Este tipo de desarrollo estableció la economía Marxista en términos de economía burguesa.
Otra versión moderna del punto de vista subconsumista es la de Baran y Sweezy, entre cuyas ideas se balanceaba la "Nueva Izquierda" de los Estados Unidos en la post guerra de 1960. Ellos sostienen que el problema del capitalismo en los tiempos modernos es un exceso de "excedente", que, a diferencia de la plusvalía de Marx, no tiene relación directa con la explotación del proletariado. El sistema no puede absorber el excedente sin recurrir a gasto en armas y otros dispositivos artificiales. Por otra parte, sufre de una "tendencia a la suba de los excedentes".
Este punto de vista también puso a la teoría marxista de la crisis en términos de la teoría económica burguesa, lejos del proceso de acumulación, y estableciendo el análisis de la crisis en términos de "mercado". El fracaso de la Teoría de la Crisis marxista de Superproducción fracasó porque es falso que siempre hay una crisis cuando hay sobreproducción. Durante los períodos en que hay un crecimiento del capitalismo, también hay sobreproducción de mercancías, productos de capital que desarrollan la producción en búsqueda de beneficios, independientemente de las fronteras del mercado.
La sobreproducción es evidente cuando la crisis estalla, aparece como una expresión y síntoma de la crisis, pero no es lo que la produce. La Teoría de la superproducción trató de responder a la ley de Say, formulada por el economista burgués Jean Baptiste Say, que planteaba que hay una armonía entre la oferta y la demanda, alegando que toda oferta crea su propia demanda. La sobreproducción es una realidad del capitalismo que expresa el carácter irracional y anárquico de la producción capitalista, tal como fue formulada por Marx, pero no es cierto que siempre que hay exceso de producción, hay crisis.
Por otra parte, la Teoría de la Superproducción es una capitulación a la economía burguesa para localizar la Teoría de crisis en términos de análisis de mercado. Precisamente, los funcionarios de gobiernos capitalistas, economistas y analistas defensores del capitalismo observan el origen de la crisis en el mercado, el comercio, el ámbito de la circulación de los bienes y el consumo, lo que les lleva a definir la crisis como de sobreproducción, la sub- producción o de bajo consumo.
Estas fórmulas terminan estrellándose contra la realidad y fracasan. Para Moreno quienes desde el marxismo analizan la crisis desde el punto de vista del mercado son marxistas vulgares: "... Por eso se llama marxismo vulgar. Todo intento de explicar los fenómenos del capitalismo por el mercado, nosotros lo llamamos marxismo vulgar... " (6) La Teoría de la Crisis Superproducción es parte del marxismo vulgar; por lo tanto no puede ser considerado como parte de la teoría marxista.
Desproporcionalidad: Teoría de la crisis de la etapa Imperialista
Antes de la Primera Guerra Mundial, la Teoría de la Desproporcionalidad era la alternativa preferida a la Teoría del Sub-consumo. En contraste con las Teorías de la Superproducción, la Teoría de la Desproporcionalidad plantea que la anarquía del modo de producción capitalista conduce a la superproducción de ciertas mercancías y sub- producción de otras.
La Desproporcionalidad es la teoría preferida por quienes ven la solución de las crisis capitalistas en la intervención económica del estado, que supuestamente podría solucionar las desproporciones que surgen de la anarquía de la producción capitalista, en la visión de socialdemócratas, stalinistas y keynesianos. Mikhail Tugan- Baranovski, un economista rusoucraniano, fue uno de los impulsores de esa teoría.
Tugan no era él mismo un marxista, sino que basó sus estudios en los "esquemas de reproducción", que Marx había desarrollado en el Volumen II de El Capital. La conclusión a la que Tugan llegó fue que el capital no enfrentaría obstáculos a la realización de su producto ampliado, con la única condición de que se mantengan las relaciones proporcionales apropiados entre las diversas ramas de la producción. Tugan concluyó que la acumulación sostenida dependía sólo en el mantenimiento de las relaciones proporcionales apropiadas entre las diversas ramas de la producción, lo que implica que la única causa posible de la crisis era la desproporción entre las ramas de la producción. Así es como Tugan lo explicó: "...Si se organizaran la producción social de acuerdo con un plan, si los directores de producción tuvieran un conocimiento completo de la demanda y el poder de dirigir el trabajo y el capital de una rama de producción a otro, entonces, el consumo podría ser y el suministro de materias primas nunca podría superar a la demanda ... Si la producción social se organiza en proporción, no hay límite a la expansión del mercado de las fuerzas productivas disponibles " (7)
La teoría de Tugan plantea que la planificación de la inversión y la regulación adecuada de crédito podría mejorar en principio o eliminar las periódicas tendencias de acumulación. También la teoría de la desproporcionalidad fue desarrollada por Rudolf Hilferding, economista marxista nacido en Austria líder teórico socialista, político y teórico jefe del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) entre 1918 y 1933, durante la República de Weimar.
Una de las contribuciones más influyentes y originales a la economía marxista es la labor de la Hilferding sobre la nueva etapa del capitalismo, que define como la dominación del capital financiero expresada en la integración de capital bancario e industrial bajo la dominación de los bancos. Este desarrollo tuvo una gran influencia en los escritores marxistas como Lenin. Hilferding reiteró las críticas de Tugan a las Teorías de sub- consumo, y superproducción, y así es como lo explicó:
"No es cierto en absoluto, por lo tanto, que una crisis en la producción capitalista es causada por el subconsumo de las masas, que es inherente a ella. Una crisis podría muy bien ser provocada por un aumento demasiado rápido en el consumo, o por una producción estática o en declive de bienes de capital" (8) El análisis de Hilferding se centró en el papel de los trusts, los cárteles y las entidades financieras que había jugado un papel tan central en la controversia entre los socialdemócratas.
La fuente de desproporcionalidades para Hilferding era la existencia de fluctuaciones económicas capitalistas producidas por los fideicomisos, los carteles, la banca y el capital industrial que se integran en el capital financiero. Sin embargo, lejos de estabilizar la situación, como Bernstein había argumentado, estos acontecimientos sólo aumentan la inestabilidad y agudizan la competencia.
Así Hilferding insistió en que sólo la planificación integral podría superar la tendencia a la crisis: "La producción planificada y la producción anárquica no son opuestos cuantitativas tales, que al virar en más y más 'planificación', la organización consciente surgirá de la anarquía. Tal transformación sólo puede tener lugar repentinamente subordinando toda la producción al control consciente " (9) Si bien, en principio, los capitalistas podían lograr esto con un solo monopolio gigante, Hilferding no creía que esa posibilidad era políticamente realista.
La Teoría de la Desproporcionalidad era una Teoría de crisis emergente bajo el impacto del inicio de la época de decadencia capitalista, la época del imperialismo. El surgimiento de los monopolios, la producción controlada a través de Sociedades Anónimas, fideicomisos y carteles que Marx y Engels ya habían observado, era en ese momento un fenómeno nuevo. Además, desde finales de los años 1870 en adelante, las potencias europeas completaron la colonización de Asia y África y el mercado capitalista abrazó al mundo entero.
Estos cambios tuvieron que ser incorporados en la teoría, y se produjo un debate cuya controversia continúa. Muchos autores como Eduard Bernstein, argumentaron que la concentración y centralización del capital habían permitido el capitalismo superara su tendencia a la crisis. Otros como Rosa Luxemburgo afirmaron que la centralización capitalista de los cárteles y trusts llevaría a nuevas y violentas crisis. Hubo un debate lógico porque los monopolios eran un fenómeno inédito en ese momento, algo frente a lo cual los marxistas nunca se habían enfrentado antes.
Pero la respuesta de la Teoría de la Desproporcionalidad era equivocada. El fracaso de la desproporcionalidad es por su visión de que los defectos del capitalismo como la anarquía del mercado, puede ser remediado por una mejor coordinación. En la economía capitalista siempre hubo anarquía, y la anarquía siempre conduce a la sobreproducción de algunos productos básicos y las ramas de la producción; y la baja producción de otros. Pero esta anarquía no necesariamente produce crisis.
En muchos largos períodos de la historia del capitalismo, hubo desproporción en las ramas de la producción y un fuerte crecimiento de la economía, es decir, la sobreproducción, el Sub- Consumo, o la desproporcionalidad son fenómenos permanentes en el capitalismo, por lo cual, no pude afirmarse que cuando ellos se producen, hay crisis, sino el capitalismo viviría únicamente en estado de crisis.
El fracaso de la desproporcionalidad, en segundo lugar, es producto de que identifica las deficiencias del capitalismo a nivel de las relaciones entre los capitalistas, y no en el nivel de la relación de clase entre el capital y el trabajo, la explotación, la acumulación. Esa es la razón por la cual tiende a conducir a conclusiones no marxistas.
Durante toda la primera etapa de desarrollo marxista de una Teoría de la Crisis, se estableció una lucha permanente entre la Superproducción y la Desproporcionalidad. La Gran Depresión de 1929 y la I y II Guerra Mundial abrieron una nueva etapa en el desarrollo de una teoría de la crisis. En esta nueva etapa se estableció una lucha entre la formulación de renovadas teorías del sub- consumo por el estalinismo y el keynesianismo expresadas en las diversas teorías del Ciclo Económico, por un lado; y las teorías apoyadas en Ley de la tendencia decreciente de la tasa de la ganancia, por el otro.
Teoría del Ciclo Económico: Teoría burguesa y stalinista de la crisis
La teoría del ciclo económico es la clásica visión burguesa de la crisis, elaborada por economistas burgueses a través de los siglos, y también adoptada por diferentes economistas marxistas. Esta teoría afirma que el desarrollo económico se desenvuelve a través de ciclos como un movimiento hacia abajo y hacia arriba del producto interno bruto (PIB) en torno a su tendencia de crecimiento a largo plazo. Estas fluctuaciones implican tiempo o períodos de crecimiento relativo, y tiempo o períodos de estancamiento o disminución relativa.
Un ciclo económico es un período de tiempo que contiene una única secuencia de auge y contracción determinado por el cambio o la innovación en los patrones tecnológicos o las ramas de la producción. La teoría del ciclo económico se inició con economistas como Jean Charles Léonard de Sismondi, un economista burgués francés que afirma que el equilibrio económico se rompe por crisis periódicas en su libro "Nuevos Principios de Economía Política" en 1819. Su teoría fue adaptada por Charles Dunoyer, otro economista burgués francés, que introduce la noción de ciclo entre dos fases, dando así una forma de ciclo económico.
Clemente Juglar, un estadístico burgués francés, identificó el ciclo de inversión fija de siete a once años, en su libro "Crisis periódicas comerciales y su retorno a Francia, Inglaterra y los Estados Unidos " en 1862. Joseph Schumpeter un economista burgués-austríaco americano que sirvió brevemente como ministro de Finanzas de Austria en 1919, desarrolló en "La Teoría del Desarrollo Económico" de 1911 un tratado de flujo circular que, con exclusión de cualquier innovación y el cambio tecnológico innovador, conduce a una estado estacionario.
Schumpeter sostiene que el empresario perturba este equilibrio, y es la causa principal del desarrollo económico, que procede de manera cíclica a lo largo de varias escalas de tiempo, en formas de onda. Schumpeter argumenta que la innovación y el cambio tecnológico desarrollan la onda a partir de los esfuerzos de los empresarios, en sus propias palabras: "el espíritu salvaje empresario".
Los economistas holandeses Jacob van Gelderen junto a Samuel de Wolff, propusieron la existencia de ciclos largos súper económicos de 50 a 60 años en 1913, producto del surgimiento de nuevas ramas de la producción. Joseph Kitchin, un estadístico burgués británico planteó un ciclo corto de negocios de alrededor de 40 meses en su libro "Ciclos y Tendencias en los factores económicos" en 1923.
Nikolai Kondratieff formuló la Teoría de las Ondas Largas, otra teoría del ciclo, con largos ciclos de unos 50 años. Kondratieff era un economista ruso, miembro del Partido Socialista-Revolucionario, que cumplió funciones Viceministro de Suministro del gobierno Alexander Kerensky por sólo unos pocos días. Luego fue miembro del equipo económico del gobierno bolchevique en tiempos de la Nueva Política Económica (NEP), que promovió empresas privadas de mercado en la Unión Soviética.
En su obra "La Economía Mundial y sus coyunturas durante y después de la Guerra" de 1922, planteó que el principio del ciclo es producido por bienes de capital y las inversiones en infraestructura, lo que crea nuevos puestos de trabajo e ingresos y la demanda de bienes de consumo. Después de unas pocas décadas la rentabilidad esperada de la inversión cae por debajo de la tasa de interés y las personas se niegan a invertir, así como el exceso de capacidad en los bienes de capital da lugar a despidos masivos, lo que produce la reducción de la demanda de bienes de consumo.
El desempleo y la crisis, produce la contracción del ciclo económico. En los esquemas de Kondratieff, las personas y las empresas ahorran sus recursos hasta que la confianza comienza a volver y hay una fase de expansión en un nuevo período de formación de capital caracterizado por la inversión a gran escala en las nuevas tecnologías.
También Simon Kuznets, economista burgués estadounidense en su trabajo "Su naturaleza y su incidencia sobre las fluctuaciones cíclicas" en 1930, plantea una teoría de ciclos. Los esquemas de Kuznets se extienden los ciclos de la actividad económica entre los 15 a 25 años. Y como todos los los sistemas de ciclos, la secuencia de auge y contracción se determina por el cambio o la innovación en los patrones tecnológicos o ramas de la producción.
Joseph Schumpeter reformuló sus esquemas y sugirió un modelo tomando las ideas de Kondratieff, Kuznets, y Kitchin, pero elaboró un esquema en que hay 4 ciclos principales, ciclo de primer lugar de Kondratieff, de 54 años, en el segundo lugar ciclos de Kuznets de 18 años, en tercer lugar los ciclos del Juglar de 9 años, y finalmente ciclos de Kitchin unos 4 años. Estos esquemas de Schumpeter plantean que los 4 tipos de ciclos se pueden combinar entre sí para formar una forma de onda compuesta.
John Maynard Keynes trabajó sobre las causas de los ciclos económicos. En su libro "La Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero" de 1936, argumentó que durante la Gran Depresión la pérdida de la producción en el sector privado como consecuencia de un shock sistémico como el crack de Wall Street de 1929, debe ser ocupado por el gasto público. De acuerdo con la economía keynesiana, la intervención del Estado es necesaria moderar los ciclos de "auge y caída" de la economía y establecer el uso de políticas fiscales y monetarias para mitigar los efectos adversos de las recesiones y depresiones económicas.
Con un punto de vista sub- consumista, Keynes argumentó que con una menor "demanda agregada efectiva ", o la cantidad total de gasto en la economía, el sector privado podría subsistir en un nivel reducido lo que desarrolla el desempleo, a menos que hubiera intervención activa del Estado. Como los empresarios perdieron el acceso al capital, despiden trabajadores. Y estos trabajadores tienen ahora menos para gastar como consumidores, mientras que las personas con ingresos más altos no pueden consumir todo.
Este panorama reduce la tasa de crecimiento. El gasto por lo tanto debe orientar los programas de obras públicas a gran escala, de modo que sea suficiente para acelerar el crecimiento de sus niveles anteriores. Esas ideas relativas a la política económica fueron adoptadas por las economías occidentales principales durante las décadas de 1950 y 1960. El éxito de la economía keynesiana resultó un éxito en casi todos los gobiernos capitalistas que adoptaron sus recomendaciones de política.
En el período de la posguerra el keynesianismo fue adoptado por los partidos comunistas occidentales como base para una "vía democrática al socialismo" a través de una alianza política entre reformistas y revolucionarios. Pero en período de la postguerra estas ideas relativas a la política económica fueron adoptadas por partidos comunistas también en la Unión Soviética, y las economías de Europa del Este.
El "boom" capitalista también impactó dentro de la Cortina de Hierro y el Bloque del Este durante los años 1950 y 1960, décadas en las cuales el éxito de la economía keynesiana se tradujo en la adopción de medidas keynesianas como las inversiones públicas, el desarrollo industrial, salarios sociales y el pleno empleo también en economías en las que la burguesía fue expropiada. La Teoría del ciclo económico no encontró contradicciones con los conceptos de "socialismo en un solo país", o "coexistencia pacífica", teorías desarrolladas y aplicadas por los dirigentes stalinistas en la Unión Soviética, bajo la bota de la dictadura stalinista.
Bajo el gobierno de Nikita Jruschov, Kondratieff economista quien fue ejecutado por el régimen de Stalin, fue rehabilitado y teoría del ciclo económico fue adoptada por el stalinismo y los miembros del Partido Comunista de la Unión Soviética. Stanislav Menshikov, miembro del Comité Central del Partido Comunista Soviético, viceministro, y colaborador en el departamento de comercio exterior de la Unión Soviética, desarrolló en la posguerra el mismo punto de vista keynesiano en sus libros: "El Ciclo Económico: La evolución de la Posguerra " de 1975 y "Las Ondas Largas de la Economía".
Todo esto explica la fuerte asociación entre el economista neokeynesiano John Kenneth Galbraith y el economista stalinista Stanislav Menshikov, quien escribieron un libro en co-autoría llamado "El capitalismo, el comunismo y la Convivencia". Stanislav Menshikov ha hablado en sus conferencias, junto con político ruso y autor Sergei Glaziev, un economista burgués y Asesor del presidente Putin, que contribuyó a la teoría de Kondratieff proporcionando análisis estructural del cambio subyacente de patrones tecnológicos.
También autores vinculados a la burocracia stalinista de China como Andong Zhu de la Universidad Tsinghua de Beijing donde se educa la elite de la burocracia de Partido Comunista de China, adoptaron la Teoría de las Ondas Largas. Andong Zhu, junto a Minqi Li · Feng Xiao que actúan en Universidades de EE.UU, trabajan actualmente con el esquema de Ondas Largas. Las ondas largas y ciclo económico se convirtieron así en una teoría compartida por los keynesianos y los estalinistas.
Dentro de la economía marxista, León Trotsky enfrentó la teoría de las Ondas Largas y rechazó la posición stalinista. Como lo explicó el economista marxista Michael Roberts, Trotsky, el enemigo histórico de Stalin enfrentó la Teoría de las Ondas Largas que décadas después hicieran suya keynesianos y stalinistas.
Así lo explicó Michael Roberts: "Una postura muy diferente tuvo el marxista León Trotsky, quien también rechazó firmemente la teoría de los ciclos largos. En un artículo parcialmente destinada a contrarrestar la influencia de Kondratieff escrito en 1923, titulado "La larga curva de desarrollo capitalista", Trotsky estuvo de acuerdo y de hecho hizo hincapié firmemente que la historia concreta del capitalismo mostró alternando períodos de rápido crecimiento económico y el estancamiento. Pero Trotsky negó que hubiera algo cíclico en la sucesión de largos períodos de rápido crecimiento económico bajo el capitalismo seguidos por períodos de estancamiento. En lugar de ello, Trotsky sugirió que la sucesión de "épocas" de rápido crecimiento económico y el estancamiento podría explicarse por factores "externos" al sistema capitalista. Por ejemplo, mencionó la apertura de nuevos continentes y los recursos naturales, revoluciones y contrarrevoluciones, y guerras mundiales como los factores responsables de los sucesivos "épocas" de crecimiento capitalista rápida y estancamiento económico capitalista o declive" (10)
Contra la posición de Trotsky, el economista marxista Ernest Mandel introdujo la Teoría del Ciclo Económico en el movimiento trotskista y IV Internacional, después de la muerte de Trotsky. Así lo explicó Michael Roberts: "seguidor confeso de Trotsky Ernest Mandel, a partir de la década de 1960, era mucho más favorable a la idea de un ciclo largo. Como líder de quizás la mayor facción de declarados "trotskistas", como se llamaban a sí mismos, Mandel estaba avergonzado por el rechazo de Trotsky de la teoría del ciclo largo, ya que esto abría las acusaciones de los miembros de los grupos "trotskistas" rivales de que no era un "trotskista real ...Por lo tanto, Mandel, retrocediendo un poco, prefiere el término" ondas largas". (11)
Para dar a su versión de la Teoría del Ciclo Económico una apariencia marxista, Mandel estableció la teoría keynesiana del ciclo económico asociada con la Ley de Tendencia decreciente de la tasa de ganancia en su libro "Las Ondas Largas del Desarrollo Capitalista" de 1978. Pero la introducción de la Teoría del Ciclo Económico en el marxismo era un movimiento en el mismo sentido del stalinismo, tratando de reconciliar la economía burguesa con la economía marxista.
La teoría Ciclo económico es una teoría propia de la economía burguesa, fundamentalmente en la posguerra de los keynesianos. Pero lo es también de los stalinistas y mandelistas dentro de la economía marxista. El fracaso de la Teoría del ciclo económico fue visible en la medida en que en un alto porcentaje falló en sus predicciones de las principales tendencias de la economía, y fundamentalmente falló en el análisis sobre la crisis. Sus pronósticos sobre las crisis o el "boom" en un alto porcentaje nunca sucedieron.
Hay una larga lista de caídas y "booms" de la economía que sorprendieron a los autores del ciclo económico. Esto es así porque el capitalismo no se mueve por "Ciclos", "Ondas" ni "Curvas". Ni de 5 años, ni de 7 años, ni de 20 años, ni de 30, o etc. Los economistas burgueses y muchos dirigentes marxistas se han esforzado vanamente por encontrar "ondas" y "ciclos" en el funcionamiento del capitalismo, y en su esquema, la economía se mueve en un movimiento "up & down", que se produce en forma ineluctable y predeterminada, movimiento que explica las crisis económicas.
El primer problema de este tipo de razonamiento es el mecanicismo. Para los defensores de la Teoría de las Ondas Largas, la economía se mueve cíclicamente "para abajo" y "para arriba" en diversas variantes de intervalo temporal, independientemente de los hechos políticos y sociales que acontecen en la realidad. Por ejemplo, quienes defienden el esquema de permanente "up & down" desde 1890 a la actualidad, obvian el hecho de que durante ese período de más de 120
años sucedieron bancarrotas, guerras civiles, guerras mundiales, bombas atómicas, regímenes fascistas, campos de concentración, golpes de estado, invasiones, etc.
Los defensores de la Teoría de las Ondas Largas defienden el "up & down" mediante un mecánico razonamiento que obvia estos importantes hechos políticos, que tienen enorme impacto sobre la economía. Para los mecanicistas partidarios de las "ondas", los ciclos ascendentes y descendientes de 30 o 40 años, el movimiento "up & down", se produce ineluctablemente, no importa si gobierne Hitler o Roosevelt, Churchill o Mussolini, si hay huelgas o invasiones, triunfantes o derrotadas.
Para los defensores de la "Ondas Largas" independientemente de lo que suceda en el terreno político, el movimiento "up & down" se producirá en forma mecánica e indefectible, predeterminada e ineluctablemente, lo cual pone a la Teoría de las Ondas largas más cerca de la religión que de la ciencia, porque no hay nada ineluctable ni predeterminado en ningún campo de la ciencia. Pero hay otro problema para el razonamiento mecanicista de quienes defienden las "ondas" y el funcionamiento "cíclico" de la economía para explicar las crisis.
El inconveniente que sufre este razonamiento, es que estos movimientos "up & down", que supuestamente suceden "cíclicamente", en algún orden de regularidad, nunca existió. En la realidad, la economía capitalista nunca se ha movido así, y ésta es la razón por lo cual, la mayoría de los defensores de la Teoría del Ciclo Económico termina haciendo el ridículo, cuando la realidad de las crisis terminó desmintiendo rotundamente sus pronósticos.
Cualquier movimiento de ascenso o descenso del crecimiento económico de la economía es un dato estadístico fundamental, pero como cualquier otro dato o índice, no puede explicar la crisis. Esta es la razón de por qué muchos economistas y analistas del ciclo económico fallaron permanente sobre sus predicciones y hechos importantes tanto de bonanza económica como de las crisis que terminaron sorprendiendo a los propios autores de la Teoría del Ciclo Económico.
La Teoría del Ciclo Económico tiene también un punto de vista sub- consumista. Para la Teoría del Ciclo Económico, el movimiento ascendente del ciclo comienza cuando una nueva rama, una nueva tecnología o producto emerge, y hace posible el aumento del consumo. De Sismondi, hacia Kondratieff, de Kuznets hasta los keynesianos, todas las teorías ciclos argumentan que con una mayor "demanda agregada efectiva", o la cantidad total de gasto en la economía, el sector privado podría tener un mayor nivel de actividad, y bajo desempleo.
Aquí es donde la Teoría del Ciclo Económico se congenia con el keynesianismo. En términos keynesianos es por eso necesario tener una intervención activa del Estado para lograr salir de la crisis, abriendo un "nuevo ciclo" de repunte de la economía mediante una oleada de intervención estatal pata lograrlo. La intervención del estado resolvería los salarios, la desocupación y relanzaría la economía. Este es el punto de vista Keynesiano y Neo- Keynesiano de los actuales economistas burgueses como Paul Krugman, Joseph Stiglitz o Nouriel Roubini.
Otro problema de la Teoría del ciclo económico es que implica una visión anti- genética del capitalismo. Esta Teoría del ciclo económico sólo ve hay ciclos, regulares o irregulares, "booms" y "caídas", hacia arriba y hacia abajo independientemente acontecimientos sociales y políticos y de la lucha de clases, pero también de la misma evolución del sistema capitalista. Sin embargo, como señalaba Trotsky, la realidad es muy diferente.
En los últimos siglos el capitalismo ha evolucionado con grandes cambios: de mercado de libre comercio a los monopolios; del mercado nacional a mercado mundial; de dispersión de capitales a la concentración y centralización, de una acumulación capitalista inferior a una superior.
No es lo mismo cuando una expansión económica se desarrolla en etapa comercial del capitalismo, que en la etapa industrial. No es lo mismo un momento de expansión en la etapa de libre comercio del capitalismo, que en la etapa de los monopolios y los carteles. Son diferentes contextos para entender cómo se producen las crisis. Una Teoría de la Crisis que no tenga en consideración esos niveles sociales, económicos e históricos de comprensión, es completamente acientífica, ahistórica, o sea, antigenética y es por lo tanto, imposible que permita entender las crisis capitalistas.
Precisamente, la reconstrucción de la Teoría Marxista exige esos mínimos niveles de elaboración que la Teoría del ciclo Económico, por ser una Teoría Burguesa de la crisis, no posee.
Ley de Tendencia Decreciente de la Tasa de Ganancia (LTDTG): Teoría Marxista de la Crisis de Posguerra
El fracaso de las Teorías de Superproducción, Sub-consumo, Desproporcionalidad y del Ciclo Económico produjo el surgimiento de nuevos autores con un punto de vista diferente en torno a la Ley de Tendencia Decreciente de la tasa de Ganancia (LTDTG). La Teoría Marxista de la Crisis construida alrededor de la LTDTG afirma que la crisis se produce por la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, una ley marxista del Capital Libro III, que muy rara vez previamente se había identificado con una teoría de la crisis.
La LTDTG afirma que en una tasa de explotación del trabajo constante, tendría como consecuencia una sobreacumulación de capitales, y en ese caso, un crecimiento del capital constante en relación con el capital variable, lo que produce una tendencia a de la tasa de ganancia a caer.
Así es como Marx lo explica: "Así es como la misma tasa del plus-valor se expresaría con el mismo grado de explotación laboral en una tasa decreciente de ganancia, debido a que el crecimiento material del capital constante implica también un crecimiento - aunque no en la misma proporción - en su valor, y por consiguiente en el del capital total ... Si se supone además que este cambio gradual en la composición del capital no se limita únicamente a las esferas individuales de producción, sino que se produce más o menos en todos, o al menos en los ámbitos clave de la producción, por lo que implica cambios en la composición orgánica media del capital total de una determinada sociedad, entonces el crecimiento gradual del capital constante en relación con el capital variable debe conducir necesariamente a una caída gradual de la tasa general de ganancia " (12)
Una nueva tradición ortodoxa de marxistas se estableció a partir de la década del '70, según la cual la tasa decreciente de ganancia se presentó como una teoría auténticamente marxista de la crisis, en contraste con las diferentes teorías que eran una desviación revisionista. En 1960, Paul Mattick presentó la tasa decreciente de ganancia como una Teoría de la Crisis y como alternativa lógica a la del Sub-consumo, en su trabajo "Marx y Keynes" en 1969.
En otros trabajos con David Yaffe y Mario Cogoy establecieron la teoría LTDTG como la alternativa al reformismo keynesiano. Todos los autores trabajaron como una reacción al revisionismo y regresando a las bases marxistas, buscando establecer la elaboración con diferentes modelos de acumulación de capital. Una formulación similar buscando establecer la importancia de la LTDTG fue propuesta por John Strachey para quien la tasa decreciente de ganancia no era más una tendencia sino un absoluto.
Strachey fue seguido por Maurice Dobb, quien en su libro "Economía Política y Capitalismo" en 1937 afirmó que: "parece claro que Marx consideraba esta cuestión de la tendencia tasa de ganancia como una importante causa subyacente de las crisis periódicas, así como un factor de la conformación de la larga tendencia a largo plazo" (13)
A medida que el boom de la posguerra se acercó a sus límites en el medio de la década de 1960 la visión keynesiana y el subconsumismo que había quedado indisolublemente ligado a ella, comenzó a resquebrajarse. El capitalismo estaba en un período de crisis renovada, que las medidas keynesianas fueron incapaces de resolver, y la crisis se caracterizó en sus primeras etapas no por el desempleo masivo, sino por una caída de la tasa de ganancia y un descenso de la inversión.
A principios de 1970 hubo un acuerdo generalizado entre los marxistas que la caída de la tasa de ganancia era la causa de la crisis y no su consecuencia. La cuestión central en este debate era porque la caída de la tasa de ganancia provocaba la crisis. Algunos marxistas plantearon que la LTDTG era el resultado de la erosión de las ganancias por la subida de los salarios como resultado de la creciente militancia de la clase obrera, como lo planteó, entre otros, o el japonés Kozo Uno.
Por otro lado, algunos marxistas como el economista marxista inglés Ben Fine, o el surcoreano Kim Soohaeng plantearon la causa principal de la crisis en la contradicción entre la tendencia descendente de la tasa de ganancia y las fuerzas que la contrarrestan. Otros marxistas sostuvieron que la LTDTG es el resultado de "sobreacumulación de capital", a raíz de su creciente composición orgánica.
Una de las contribuciones más importantes de esta tradición de la ortodoxia marxista vino de Nahuel Moreno. Así es como Moreno lo explicó:
"... La última clave para empezar a entender todos los fenómenos que ocurren en el ámbito internacional desde finales de los años 60 es la crisis crónica que arrastra desde entonces la economía mundial... la crisis crónica ha tenido tres picos o agudas crisis coyunturales. El primero es de 1966- 67... la segunda crisis se produjo entre los años 1973- 75 ... el tercero nació en 1979 y se generaliza a toda la economía mundial ... En todos los casos, la superación de la crisis es producido por un aumento en la masa de plusvalía, lo que ralentiza o invierte momentáneamente la caída inexorable de la tasa de ganancia"
"El proceso de internacionalización de la economía y su centralización por el imperialismo de Estados Unidos y los grandes monopolios internacionales" transnacionales... permite un rápido ritmo de producción de plusvalía, la distribución del ingreso, la acumulación y sobreacumulación de capital. Este mismo ritmo acelera crisis crónica de la economía imperialista. Cada enorme aumento en la masa de los excedentes recuperó la tasa de ganancia y permite la superación de la crisis económica. Pero prepara una crisis mayor: Al aumentar colosalmente el capital, produce una acumulación de capital, que busca las inversiones donde se produce la ganancia; y como la masa de plusvalía sigue siendo la mismo, y la capital ha aumentado, la tasa de ganancia cae bruscamente, dando lugar a una nueva crisis coyunturales" (14)
Moreno estableció la crisis vinculada con LTDTG, y así lo explicó: "¿Cuando hay una crisis? Cuando la disminución de la tasa de ganancia hace que los capitales no se inviertan... cuando los capitales no se unen al proceso de producción material, la crisis se produce ...Y cuando se van, hay un hueco ...no hay acumulación capitalista ...Cuando hay poca plusvalía y poco beneficio, los capitales huyen y hay crisis " (15)
En el mismo sentido de otros autores, Moreno estableció la elaboración de la teoría marxista de la crisis en torno LTDTG en busca de una elaboración vinculada a la tradición de la ortodoxia marxista. Al desarrollar la elaboración alrededor de la LTDTG, esta corriente de autores estableció sus estudios alrededor de la acumulación del capital, la explotación, la sobreacumulación y las contradicciones del proceso de producción en el modo de producción capitalista, de la misma forma en que Marx y Engels trabajaron en el siglo XIX, retomando el método y concepto teórico marxista ortodoxo.
Moreno veía la crisis ligada a la dinámica del modo de producción capitalista, que establece la tendencia a la crisis como algo inherente a esa dinámica. Otra corriente de autores que surgió en defensa de LTDTG como Teoría de la Crisis fue quienes postularon, la denominada Interpretación de un Solo Sistema Temporal (en inglés, Temporal Single-System Interpretation, TSSI) de la teoría del valor de Marx.
El TSSI fue formulada en la década de 1980 en respuesta a las denuncias renovadas que la LTDTG estaba "desgarrado por contradicciones internas", y que por lo tanto debía ser rechazada o corregida. Las acusaciones de inconsistencia de la teoría del valor de Marx y la LTDTG habían sido una característica prominente de la economía marxista y el debate en torno a él en la década del '70.
Los defensores de la TSSI de la teoría del valor de Marx son Guglielmo Carchedi, Alan Freeman, y Andrew Kliman, entre otros. Estos autores afirman que las supuestas inconsistencias son en realidad el resultado de la mala interpretación; y argumentan que cuando la teoría de Marx se entiende como "temporal" y un "sistema único" las inconsistencias internas desaparecen.
El "Teorema de Okishio" producido por el economista marxista japonés Nobuo Okishio en 1961, fue ampliamente considerado como un trabajo teórico que desmentía la ley de Marx sobre la LTDTG. Pero los autores de la TSSI han demostrado que la tasa de ganancia de Marx puede caer en circunstancias en que el teorema de Okishio dice que la tasa de ganancia no puede caer, y su respuesta al teorema de Okishio es parte de una gran corriente marxista que defendió la LTDTG la cual incluyó a en diferentes versiones a Sweezy, Mattick, Yaffe, Strachey, Moreno, Kliman o Dobb.
Toda esta constelación de autores que defendió la construcción de una teoría de la crisis alrededor de la LTDTG, no logró tampoco una explicación sólida acerca de las crisis por una sencilla razón: La Tendencia de la Tasa General de Ganancia sucede todo el tiempo, pero no todo el tiempo hay una crisis. Por el contrario, se han producido grandes crisis en medio de un aumento de la tasa de ganancia, como ocurrió en la década de los '90 del siglo XX.
Para Marx y Engels, la tendencia de la tasa general de ganancia es un hecho natural del proceso de acumulación capitalista, esa es la razón por la que en El Capital Libro III, en el capítulo dedicado a la presentación de LTDTG, la palabra "crisis" no aparece en todo el capítulo. Esto se debe a que para Marx y Engels, LTDTG es la expresión del desarrollo capitalista de producción, pero no la explicación de la crisis.
Cómo Marx lo explica: "La tendencia progresiva descendente de la tasa general de ganancia es, por lo tanto, sólo una expresión propia del modo de producción capitalista del desarrollo progresivo de la productividad social del trabajo" (16) La tendencia descendiente de la tasa general de ganancia, puede explicar las pequeñas crisis, las crisis periódicas, o la crisis coyunturales vinculadas a un movimiento permanente del capitalismo, pero no puede explicar las tendencias seculares, la grandes crisis, o crisis históricas del capitalismo.
A su vez, la LTDTG debe analizarse en un contexto. La caída de la tasa de ganancia sucede todo el tiempo, pero no es lo mismo cuando la tendencia a la caída de la tasa general de ganancia se produce en un contexto de una expansión general de la economía, que cuando se produce en el marco de una caída general. Tanto cuando la tendencia a la caída de la tasa general de ganancia se produce en medio de un período de expansión general, o de caída general, las consecuencias no son las mismas, y son diferentes los efectos de LTDTG sobre el desarrollo de la economía.
Por lo tanto, la LTDTG es la expresión del desarrollo de la producción capitalista, la manifestación de sus contradicciones inherentes, la "expresión peculiar" del modo de producción capitalista, al decir de Marx. La LTDTG está vinculada a la crisis, es su expresión, y hasta podemos definir que actúa como un detonante de la crisis, pero no constituye su explicación, porque la Tendencia decreciente de la tasa de ganancia actúa resumiendo las tendencias más generales del proceso de acumulación, las expresa, pero no las explica.
La construcción de una Teoría de la Crisis queda como una materia pendiente, en la medida que los autores que buscaron la respuesta al problema alrededor de la LTDTG, volvieron sus pasos hacia la ortodoxia marxista, buscaron la respuesta en el proceso de acumulación, pero con la LTDTG, tampoco lograron encontrarla.
Una oportunidad para un nuevo comienzo
El fracaso de las diversas teorías de la crisis que hemos presentado nos pone por delante el reto de buscar nuevas bases sobre las que construir la teoría. Pero para desarrollar este tipo de nuevo comienzo es necesario volver a los fundamentos y principios de la Teoría marxista, y proporcionar un punto de partida alrededor de lo cual se pueda construir una teoría que explique la realidad del capitalismo mundial en crisis.
Las tendencias de crisis inherentes a la forma social de la producción capitalista sólo vienen a la superficie en una crisis si el capital no puede superar las barreras de la acumulación. Cuando la reproducción del capital se convierte en una barrera para el desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo social, la tendencia a la sobreacumulación aparece en la forma de sobreproducción generalizada, y una crisis general.
Así Marx lo explica: "El exceso de producción de capital, no de mercancías individuales - aunque el exceso de producción de capital siempre incluye un exceso de producción de mercancías - por lo tanto, no es más que un exceso de acumulación de capital" (17) El mismo caso es para el Sub-Consumo, ambas teorías son el reflejo de las contradicciones reales en el proceso de acumulación. El mismo caso es con la desproporcionalidad y la tendencia decreciente la tasa general de ganancia, son movimientos y expresión del proceso de acumulación real. Sin embargo, no se puede confundir las expresiones del proceso de acumulación, con las contradicciones y tendencias que lo constituyen.
Esas contradicciones y tendencias del proceso de acumulación son lo esencial de su desarrollo. Son lo fundamental del desenvolvimiento capitalista en todas las ramas de la producción en todo momento. Y también, esas contradicciones tienen una manifestación permanente en la lucha de clases, en la producción de plusvalía, y la lucha competitiva sobre su realización, es decir, la forma como los capitalistas tratan de superar las barreras sociales y naturales inherentes a la acumulación capitalista.
Los autores que comenzaron a edificar una teoría de la Crisis alrededor de la LTDTG, abrieron el camino para construir una teoría de la crisis. Esta edificación se inicia con la primera cuestión que es la definición de la crisis, porque el primer punto para construir una teoría de la crisis es trabajar una definición de que entendemos por crisis. Este asunto, que los economistas e investigadores dan por sentado, no ha sido debidamente estudiado, ni analizado específicamente, y es el punto que da inicio al próximo capítulo.
Notas
(1) y (2) Karl Kautsky. "La Lucha de Clases"
(6) Nahuel Moreno. Escuela
de Cuadros de Economía- 1985
(7) Tugan-Baranowsky, Studien zur Theorie und Geschichte der Handelskrisen in England, G. Fischer, Jena, 1901, [1894], 33, quoted Sweezy, 1946, 166).
(10) y (11) Michael
Roberts. "The 'Long Cycle'-Summary and Conclusions"
(12) Karl Marx. Capital Book III. The Law of the Tendency of the Rate of Profit to Fall. Chapter 13. The Law As Such
Maurice Dobb. "Political Economy and Capitalism" (1937)
(14) y (15) Nahuel
Moreno. "Economic School" (1984)
(17) Karl Marx, Capital, Book III, Chapter XV Part II, "Conflict between Expansion of Production and Production of Surplus-Value"