Sri Lanka: La aplastante victoria electoral del nuevo presidente y el nuevo partido genera grandes esperanzas en la opinión pública, pero no hay ilusiones

Don Samantha, Asia Commune

Sri Lanka es una pequeña isla en el Océano Índico situada al sureste de la India. Su superficie es de 65.610 km2. El país tiene una población de 22,2 millones de habitantes. Los idiomas que se hablan allí son principalmente el cingalés y el tamil. El idioma inglés también se ha utilizado allí desde el período del imperio colonial británico. El país es multiconfesional: hay budistas, hindúes, musulmanes y cristianos.

Beneficiándose de la lucha por la independencia de la India, Sri Lanka fue liberada de la colonización británica el 4 de febrero de 1948. Desde esa fecha hasta las elecciones presidenciales del 21 de septiembre de 2024, el país estuvo gobernado por varias familias proimperiales. Durante los últimos 76 años, Sri Lanka ha sido gobernada por las familias Senanayake (UNP), Bandaranaike (SLFP), Wickremesinghe (UNP) y Rajapaksa (SLFP). Clanes, ideológicamente ultraderechistas y racistas cingaleses puros, los Wickremesinghe y Rajapaksa gobernaron juntos el país en vísperas de las elecciones presidenciales de 2024.

Cuatro familias gobernaron Sri Lanka desde 1948 hasta 2024

Echemos un vistazo a algunas de las implicaciones históricas de estas cuatro familias políticas que han gobernado Sri Lanka durante las últimas siete décadas.

En 1953, tuvo lugar un "hartal" masivo en Sri Lanka. Un "hartal" es una protesta pública masiva. Dudley Senanayake era primer ministro en ese momento. Diez manifestantes fueron asesinados por la policía de su gobierno. El levantamiento fue tal que Dudley Senanayake tuvo que celebrar su reunión de gabinete en un barco frente a la costa. Esta lucha fue liderada por el Partido Lanka Sama Samaja (LSSP), que era un gran partido político en ese momento. Este partido era entonces el partido trotskista más grande de la Cuarta Internacional. Aunque los gobernantes capitalistas abandonaron el gobierno, el LSSP no pudo obtener el poder político. Esto sucedió porque este partido no tenía una perspectiva revolucionaria internacionalista. Este error fue vivido como una traición por parte de la población movilizada.

Como resultado de este error del LSSP, la ideología nacionalista cingalesa comenzó a fortalecerse. En 1956, Solomon Bandaranaike, un portavoz bien establecido del chovinismo cingalés, se convirtió en el primer ministro del país. Inmediatamente después de su nombramiento, el idioma cingalés se consagró en la Constitución como idioma oficial. Los hablantes de tamil se sentían entonces como ciudadanos de segunda clase. El 26 de septiembre de 1959, después de hacer algunas concesiones al idioma tamil tras violentos enfrentamientos étnicos, Solomon Bandaranaike fue asesinado por un monje budista cingalés racista, ¡uno de sus padres adoptivos!

En 1971, hubo un movimiento insurreccional juvenil dirigido por el Janatha Vimukthi Peramuna (JVP-Maoísta). En ese momento, Sirimavo Bandaranaike, viuda de Solomon Bandaranaike, ocupaba el cargo de Primer Ministro. Su gobierno mató a 20.000 jóvenes y reprimió la rebelión. El Partido Lanka Sama Samaja (LSSP) también formó parte de este gobierno represivo. Hay un punto a enfatizar aquí. El LSSP es un partido que aportó gran notoriedad al movimiento de izquierdas desde 1935 hasta 1964. Este partido entró en una política de colaboración de clases en 1964. Desde entonces se ha convertido en un partido pseudoizquierdista.

El giro dictatorial y neoliberal de finales de los años setenta

En 1978, el régimen de Jayewardene- Wickremesinghe abolió la democracia, estableciendo una constitución dictatorial. Esta constitución convirtió a la presidencia en un cargo ejecutivo y le dio al presidente poderes considerables. Los partidos de izquierda que se oponían al poder ejecutivo del presidente fueron eliminados. El secretario general del Partido Nava Sama Samaja (NSSP), que se oponía a la constitución dictatorial, fue expulsado de la Universidad de Peradeniya y encarcelado.

En 1980 se produjo una huelga general. La huelga fue encabezada por dirigentes sindicales que son miembros del Partido Nava Sama Samaja (NSSP). La administración de Jayewardene & Wickremesinghe reprimió violentamente la huelga. Y 40.000 trabajadores de los sectores público y privado han sido despedidos.

En 1981, la Biblioteca de Jaffna, que era la biblioteca más grande del sur de Asia, fue incendiada y destruida bajo los auspicios del régimen de Jayewardene-Wickremesinghe. Esto ha sido muy doloroso para el pueblo tamil.

En 1982, una elección presidencial de un año y un referéndum sobre una extensión de 6 años del parlamento actual organizados por Jayewardene y Wickremesinghe mantuvieron a este último en el poder.

En 1983 estallaron enfrentamientos muy violentos entre tamiles y cingaleses. Miles de tamiles fueron asesinados. Decenas de miles de tamiles han huido de Sri Lanka.

El gobierno de Jayewardene-Wickremesinghe se aprovechó políticamente de estas hostilidades: prohibió el Janatha Vimukthi Peramuna (JVP, maoísta), el Partido Comunista de Sri Lanka (CPSL, estalinista) y el Partido Nawa Sama Samaja (NSSP, trotskista, futura sección de Sri Lanka de la Cuarta Internacional) y arrestó a sus líderes, con el pretexto de que estos partidos apoyaban a los tamiles.

Una nueva insurgencia fue dirigida por el Janatha Vimukthi Peramuna (JVP-Maoísta) de 1987 a 1990. El gobierno de Jayewardene- Wickremesinghe reprimió violentamente la insurgencia, matando a 60.000 rebeldes.

Al mismo tiempo, miles de activistas de izquierda que defendían el derecho a la autodeterminación de las minorías fueron asesinados. Estas masacres fueron perpetradas por el Janatha Vimukthi Peramuna (JVP-Maoísta) o por grupos racistas cingaleses que cooperaban con él.

El gobierno de Jayewardene-Wickremesinghe fue derrotado en las elecciones parlamentarias de 1994. Apoyada por el Janatha Vimukthi Peramuna (JVP-Maoísta) y los partidos de izquierda liderados por el Partido Lanka Sama Samaja (LSSP), Chandrika Kumaratunga Bandaranaike, hija de Salomon y Sirimavo Bandaranaike, llegó al poder. Fue nombrada Primera Ministra y luego elegida Presidenta.

En 1996, la celebración del Día Internacional de los Trabajadores fue declarada prohibida.

Además, el proceso de paz con el pueblo tamil del norte y el este y el pueblo tamil de las plantaciones, que comenzó en 1995, no avanza en absoluto.

Los tamiles del norte y del este comenzaron entonces a avanzar hacia soluciones militares. De este modo, el norte y el este se encontraron poco a poco en una situación de guerra. Los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE) llevaron a cabo atentados suicidas con bombas en todo el país. Los principales centros financieros de Sri Lanka han estado bajo asedio. Y, en 2001, el crecimiento económico de Sri Lanka cayó al -1,55 por ciento.

Por lo tanto, el gobierno de Chandrika Kumaratunga Bandaranaike ha atraído el descontento de la población. Ranil Wickremesinghe, Primer Ministro de 1993 a 1994, volvió a ser Primer Ministro tras las elecciones legislativas celebradas en 2001. Este último inició entonces conversaciones de paz con los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE).

Apoyo del JVP-Maoísta (el partido del nuevo presidente) al régimen dictatorial y a la guerra contra los tamiles

En 2004, el Janatha Vimukthi Peramuna (JVP-Maoísta) tomó partido contra los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE) por motivos racistas y derrocó a Ranil Wickremesinghe formando un gobierno de coalición con Chandrika Kumaratunga Bandaranaike.

El Janatha Vimukthi Peramuna (JVP-Maoísta) no se detuvo ahí. Trabajó duro para llevar a Mahinda Rajapaksa a la presidencia en 2005. El Janatha Vimukthi Peramuna (JVP-Maoísta) siguió siendo extremadamente racista. Mahinda Rajapaksa, que llegó a ser presidente, se vio entonces empujado a una guerra feroz y destructiva contra los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE). El partido del actual presidente Anura Kumara Dissanayaka, el Janatha Vimukthi Peramuna, apoyó al ejército cingalés en la masacre del pueblo tamil.

En mayo de 2009, Mahinda Rajapaksa obtuvo una victoria militar sobre los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE) con el apoyo del Janatha Vimukthi Peramuna (JVP-Maoísta). Inmediatamente después de esta victoria, Mahinda Rajapaksa decidió celebrar elecciones presidenciales anticipadas. El oponente de Mahinda Rajapaksa era Sarath Fonseka, quien había sido el comandante del ejército de Sri Lanka durante esa guerra. A las 24 horas de la victoria de Mahinda Rajapaksa en las elecciones presidenciales anticipadas de enero de 2010, su rival, Sarath Fonseka, fue arrestado y encarcelado.

El segundo mandato de Mahinda Rajapaksa debía terminar en enero de 2015. Sin embargo, al postularse para un tercer mandato, este último enmendó la Constitución para poder postularse en las elecciones presidenciales de 2015. Se presentó a esas elecciones, pero fue derrotado. Fue con el apoyo de Ranil Wickremesinghe, el Janatha Vimukthi Peramuna (JVP-Maoísta) y los pseudoizquierdistas que el candidato rival de Mahinda Rajapaksa, Maithripala Sirisena, ganó las elecciones presidenciales de 2015.

Las políticas de Sirisena/Wickremesinghe y luego de sus rivales, los Rajapaksa, condujeron al desastre económico y financiero de 2022

El primer ministro bajo la presidencia de Maithripala Sirisena en 2015, Ranil Wickremesinghe, nombró a su amigo Arjuna Mahendran como gobernador del Banco Central. Este último es singapurense. No es ciudadano de Sri Lanka.

El 27 de febrero de 2015, Arjuna Mahendran cometió un fraude financiero de 11 millones de dólares y huyó de Sri Lanka. Ranil Wickremesinghe no ha tomado ninguna medida contra él. Tampoco se han llevado a cabo investigaciones sobre los asesinatos, secuestros, crímenes de lesa humanidad y corrupción que tuvieron lugar durante la presidencia de Mahinda Rajapaksa.

En el frente económico, se otorgaron concesiones fiscales a los grandes empresarios, se aumentaron significativamente los impuestos indirectos y el país continuó tomando prestados bonos soberanos internacionales a tasas de interés exorbitantes. Ranil Wickremesinghe se preparó así para la crisis económica que se desatará a principios de la década de 2020 bajo la presidencia de Gotabaya Rajapaksa.

Enfurecido por la derrota de Mahinda Rajapaksa en las elecciones presidenciales de 2015, el clan Rajapaksa formó una oposición común al nuevo gobierno. Esta oposición ha exacerbado el nacionalismo y el fanatismo. Esta exacerbación alcanzó su punto álgido con los atentados suicidas del domingo de Pascua de 2019 que causaron la muerte de 269 personas.

Los Rajapaksas utilizaron estos ataques de Pascua de 2019 para volver al poder en noviembre de 2019. En particular, prometieron llevar ante la justicia a los autores de estos ataques. Gotabaya Rajapaksa, el hermano menor de Mahinda Rajapaksa, fue elegido presidente el 16 de noviembre de 2019 y nombró a este último primer ministro.

Gotabaya Rajapaksa había sido secretario del Ministerio de Defensa bajo el mandato de su hermano mayor. Ha sido acusado por organizaciones de derechos humanos de ser responsable de los crímenes cometidos durante este periodo.

Poco después de que los Rajapaksas fueran reinstalados en el poder, se redujeron los impuestos sobre los bienes importados, por ejemplo, el impuesto sobre un kilogramo de azúcar importado se redujo de 50 rupias a 25 centavos. Luego se otorgaron concesiones fiscales a los grandes comerciantes. El monto de las pérdidas fiscales para el país era entonces de unos 422 millones de rupias (1,4 millones de dólares).

En abril de 2021 se prohibieron las importaciones de fertilizantes químicos. Esto provocó un colapso completo de la economía agrícola. La escasez de alimentos no se hizo esperar. Al mismo tiempo, Sri Lanka se vio afectada por la pandemia de Covid 19. Entonces toda la economía se derrumbó. Desde la primavera de 2021 hasta el otoño de 2022, la población sufrió una grave carencia de alimentos. Al país no le quedaban divisas para importar gas y gasolina. A finales de 2021, las reservas de divisas eran de solo 500 millones de dólares. Los bancos extranjeros dejaron entonces de emitir cartas de crédito. En 2022, la tasa de inflación de los alimentos alcanzó el 90% en comparación con el año anterior y la tasa de inflación general alcanzó el 70%. Debido a la falta de combustible, los cortes de energía duraron 12 horas al día. La industria del turismo se había derrumbado por completo. Debido a la falta de fertilizantes, la industria de exportación de los principales cultivos como el té, el coco y el caucho también se ha derrumbado. La gente empezaba a morir de agotamiento en las colas que se extendían hasta los puntos de distribución de gas y gasolina. La desnutrición aguda ha sido rampante entre los niños. Las estructuras hospitalarias y escolares han experimentado disfunciones.

En abril de 2022, Sri Lanka se declaró en bancarrota. La gran mayoría de la población era incapaz de imaginar lo que sucedería a continuación.

No había ningún movimiento de izquierda organizado en el país que pudiera ofrecer una solución a los oprimidos. Había partidos y grupos de izquierda, pero no había una entidad política internacionalista responsable. No era más que una competición populista entre partidos de pseudoizquierda.

El levantamiento de 2022 y su represión

En la primavera de 2022, las mujeres celebraron una manifestación en Colombo en torno a la residencia privada del presidente. Esta manifestación no fue impulsada por ninguna formación política o sindical. Luego, por su propia organización, decenas de miles de personas llegaron a Colombo. Ocuparon la casa del presidente y la casa del primer ministro. Las residencias privadas de la mayoría de los ministros, así como los locales comerciales de su propiedad, fueron incendiados.

El 13 de julio de 2022, Gotabaya Rajapaksa huyó a las Maldivas. El 14 de julio de 2022 anunció que renunciaba oficialmente a la presidencia. El país se encontraba entonces en una situación revolucionaria.

Los trabajadores del sur de Asia y de todo el mundo observaban muy de cerca a Sri Lanka.

El Janatha Vimukthi Peramuna (JVP-Maoísta), el partido del actual presidente, Anura Kumara Dissanayaka, dejó de llamar a una huelga general y llamó a esperar a las elecciones locales. Los miles de personas que habían viajado a Colombo con el deseo de lograr un cambio real en la sociedad se encontraron finalmente como simples visitantes de las residencias oficiales del Presidente y del Primer Ministro, la Casa del Presidente y los Árboles del Templo, haciendo un picnic en los jardines de estos palacios. A falta de perspectiva, la lucha no triunfó sobre la Constitución, que convirtió a Ranil Wickremesinghe en primer ministro y luego en presidente.

Tan pronto como llegó al poder, Ranil Wickremesinghe reprimió violentamente la movilización, expulsando a los manifestantes de sus campamentos en Colombo y destruyendo sus tiendas. Todas las elecciones han sido aplazadas. La clase dominante india estaba aterrorizada por la agitación social en la región asiática. Como resultado, el gobierno indio ofreció inmediatamente a Sri Lanka un préstamo blando de 4.000 millones de dólares. Aprovechando este préstamo, Ranil Wickramasinghe comenzó a gestionar la crisis. Se han asignado subsidios para la ayuda alimentaria. También se han organizado asociaciones voluntarias de países extranjeros para proporcionar alimentos a los escolares.

Desde el 22 de julio de 2022, los Wickremesinghe y Rajapaksa gobernaron el país juntos hasta las elecciones presidenciales del 21 de septiembre de 2024. Los miembros del gobierno nombrados el 22 de julio de 2022 por Ranil Wickremesinghe, elegido presidente el día anterior por el parlamento, eran casi todos partidarios del clan Rajapaksa, o incluso los mismos políticos que estuvieron al mando bajo la presidencia de Gotabaya Rajapaksa. Como de costumbre, el Wickremesinghe y el Rajapaksa apelaron a las principales potencias del mundo para obtener préstamos. Entonces comenzaron las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Según los últimos informes del Ministerio de Finanzas de Sri Lanka, el monto total de la deuda se situó en 96.170 millones de dólares a diciembre de 2023.

La imposición de una drástica política de austeridad por parte del FMI

Al cierre de marzo de 2024, el monto total de la deuda ascendía a US$100.184 millones, de los cuales US$14.741 millones estaban en bonos soberanos internacionales, los cuales habían sido tomados prestados en el mercado abierto a tasas de interés muy altas.

Fuente: Boletín Trimestral de Deuda 2024 - Primer Trimestre, Ministerio de Finanzas, Estabilización Económica y Política Nacional, Sri Lanka

Sri Lanka adoptó una política de economía abierta en 1977. Esta política económica se refería principalmente a las importaciones y a la deuda externa. En 1977, la deuda externa total de Sri Lanka era de 743 millones de dólares EE.UU. Durante los siguientes 47 años, el país contrajo una deuda externa de US$99.447 millones. La sostenibilidad de esta deuda no ha sido demostrada. En 2019, las reservas totales de divisas fueron de US$7.000 millones. A finales de 2022, el monto de estas reservas era de solo US$500 millones. Sri Lanka estaba atrapada en deudas. Sus 22,2 millones de habitantes se encuentran por debajo del umbral de la pobreza. Países como Sri Lanka, Venezuela, Argentina, Kenia, Líbano, Ghana, Pakistán, Bangladesh, Ecuador y Surinam son incapaces de pagar esa deuda.

En 2023 se inició un proceso de reestructuración de la deuda externa e interna. El inicio de este proceso de reestructuración se llevó a cabo bajo las directrices del Fondo Monetario Internacional (FMI), que concedió a Sri Lanka ayuda financiera a cambio de la aplicación de medidas de austeridad.

La reestructuración de la deuda interna del país se centró inmediatamente en los fondos de pensiones (ETFs y ETFs). El monto total de estos fondos, compuesto por dinero de los trabajadores de Sri Lanka, ascendió a más de 10.000 millones de dólares. En nombre de la reestructuración de la deuda interna, se ha impuesto un impuesto del 30% a estos fondos de pensiones y la tasa de interés de estos ahorros para la jubilación se ha reducido del 14% al 9%. Mientras los trabajadores se veían obligados a soportar la carga de la reestructuración de la deuda interna, la recaudación de los impuestos adeudados por un gran número de empresarios que habían evadido impuestos se posponía día a día.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) acordó otorgar US$2.900 millones en préstamos concesionales como parte de la reestructuración de la deuda externa y extender el período de pago de la deuda por varios años. Acordó un aumento de impuestos, de hasta un 400% en algunos sectores, así como la privatización de unas 80 empresas públicas.

La victoria de AKD en las elecciones presidenciales... y su lealtad inmediata al FMI

Es en este contexto que se celebraron las elecciones presidenciales de 2024. El líder del Janatha Vimukthi Peramuna (JVP-Maoísta), Anura Kumara Dissanayaka, ganó las elecciones presidenciales del 21 de septiembre de 2024 bajo la etiqueta de Poder Popular Nacional (PNP), una alianza que había formado en torno a su partido. Los ciudadanos de Sri Lanka tuvieron que esperar dos años para poder confirmar su deseo de cambio político y social expresado en las calles a través de las urnas. Los Wickremesinghe y Rajapaksa, que, desafiando la voz del pueblo, no habían celebrado elecciones presidenciales en ese momento, fueron derrotados. Anura Kumara Dissanayaka fue elegida presidenta por sufragio universal.

Los medios de comunicación de todo el mundo informaron que un líder marxista se había convertido en presidente de Sri Lanka. Ni este nuevo presidente, ni su partido, el Janatha Vimukthi Peramuna (JVP-Maoísta), ni su Frente Electoral (PNP) son marxistas. El mundo entero debe saber esto.

El Janatha Vimukthi Peramuna (JVP-Maoísta) fue, desde su creación en 1965, un partido pequeñoburgués. El actual presidente de Sri Lanka es el líder de este partido.

Cuatro días después de asumir el cargo, Anura Kumara Dissanayaka dijo que quería hablar de inmediato con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El 2 de octubre de 2024, funcionarios del FMI llegaron a Colombo y se reunieron con él. Dos días después de la reunión, el FMI anunció en un comunicado de prensa que estaba listo para trabajar en estrecha colaboración con el nuevo presidente de Sri Lanka.

A la vista de este anuncio del FMI, parece que el nuevo gobierno de Sri Lanka ha entrado felizmente en la casa del capitalismo en ruinas.

Tan pronto como disolvió el parlamento el 24 de septiembre de 2024, el presidente Anura Kumara Dissanayaka explicó a un pueblo muy emocionado que debería poder recibir más poder en las elecciones legislativas del 14 de noviembre de 2024. El presidente se ha comprometido a satisfacer todos los deseos del pueblo si le dan la mayoría en el Parlamento.

Lo que el pueblo espera del nuevo presidente

Cumplir esta promesa del nuevo presidente es un reto.

De hecho, a modo de ejemplo:

- El 14 de noviembre de 2023, el Tribunal Supremo de Sri Lanka emitió una sentencia en la que cuatro ejecutivos fueron declarados culpables de la quiebra de Sri Lanka. Tres de ellos pertenecen a la misma familia. Se trata de Gotabaya Rajapaksa (presidente de 2019 a 2022 en particular), Mahinda Rajapaksa (primer ministro de 2019 a 2022 en particular) y Basil Rajapaksa (ministro de Finanzas de 2021 a 2022 en particular). El cuarto es Ajith Nivard Cabral (gobernador del banco central de 2021 a 2022 en particular). Sin embargo, Basil Rajapaksa se fue a los Estados Unidos y los otros tres culpables todavía viven en Sri Lanka hoy en día...

- Los responsables del ataque del Domingo de Pascua de 2019 siguen prófugos...

- No se ha tomado nota de la falta de aplicación de las recomendaciones de la Comisión de Investigación de Sri Lanka sobre los crímenes de guerra cometidos en el norte y el este del país en 2009...

- La tierra cultivada por los tamiles centrales sigue bajo la custodia del ejército. Los agricultores tamiles, que han vivido en las colinas centrales durante 200 años, todavía no poseen un pedazo de tierra.

- Todavía no se ha concedido la ciudadanía de Sri Lanka a los tamiles...

La población espera que el nuevo gobierno brinde soluciones rápidas a estos problemas.

Hay que reconstruir una perspectiva revolucionaria

Aunque muy pequeños, varios otros partidos de izquierda habían presentado candidatos para las elecciones presidenciales de 2024. Los candidatos de estos otros partidos de izquierda obtuvieron un total del 0,31% de los votos emitidos. Eran los mismos resultados que estos partidos habían logrado en las últimas décadas. Estos partidos no ofrecían nuevas perspectivas para la nueva generación. Su participación en las elecciones presidenciales de 2024 se limitó, como es habitual, a la inscripción de sus candidatos ante la Comisión Electoral.

En muchos países del mundo, el movimiento revolucionario de izquierda se ha debilitado. La nueva generación debe construir soluciones que acaben con el capitalismo. El capitalismo ha llevado al mundo entero a la barbarie. El tiempo del comunismo estancado ha terminado. La nueva generación debe comenzar un nuevo capítulo revolucionario. Los trabajadores de todo el mundo deben unirse para formar un Partido Internacional de los Trabajadores. La Comuna de Asia trabaja para desarrollar una nueva perspectiva política, económica y social para y con los pueblos de las sociedades de clases del sur de Asia.

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