La razón por la que los países de la OTAN tienen esta política siniestra de "proclamar su apoyo" a Ucrania, y luego negarle el armamento estratégico es que ninguno de los gobiernos imperialistas está favor de una derrota que desestabilice al régimen de la oligarquía capitalista de Putin. Los gobiernos imperialistas de la OTAN no hicieron nada durante los años 2014 y 2022 mientras Putin invadía el Donbass, agredía a Ucrania, y provocaba millones de desplazados. Al contrario mas bien fueron cómplices de la agresión de Putin contra Ucrania convocando inútiles acuerdos como los Protocolos de Misnk que Putin nunca respetó.
Los gobiernos imperialistas de Macron, y Scholz han presionado intensamente al gobierno de Ucrania a aceptar un "acuerdo de Paz" planteando que debían poner fin a la guerra, durante el 2022 y 2023 Macron planteó que hay que llegar a una acuerdo por vía diplomática y "No hay que humillar a Rusia", la misma línea que planteó el Vaticano, y el ya fallecido dirigente imperialista Henry Kissinger que utilizó sus últimos meses de vida en alertar sobre el peligro que supondría para el imperialismo mundial la caída del régimen de Putin. Kissinger, Macron, Scholtz, el Vaticano presionaron todo este tiempo por un arreglo diplomático que significa que Ucrania resigna el Donbas, a cambio de lo cual Rusia cesa sus ataques sobre Ucrania. Un "acuerdo" para darle una victoria mínima a Putin que le permitiera una salida elegante del pantano militar en el que está inmerso su régimen.
La payasada de la Cumbre sobre la paz para Ucrania en Bürgenstock, Suiza ente el 15 y 16 de junio de 2024 pasó a la historia como un nuevo fracaso de los países imperialistas que se choca con la voluntad del pueblo ucraniano, un pueblo que después de tantas muertes, destrucción y sufrimiento de ninguna manera va a aceptar entregar territorios, y ceder en la mesa de negociación lo logrado con tanta lucha y esfuerzo. También para Zelensky es imposible aceptar ese acuerdo, sabiendo que el pueblo va a rechazarlos en medio de un descontento creciente hacia su gobierno, y los de la OTAN por la falta de armas, el cercenamiento a las conquistas, y libertades.
La política de Zelensky de participar de esas "cumbres de Paz" y sembrar esperanzas en los criminales gobiernos de la OTAN es una política pro imperialista y desastrosa que favorece a la contrarrevolución y fortalece a Putin. El gobierno capitalista de Zelensky introdujo la ley marcial en el país por la cual los trabajadores y los sindicatos no pueden, por ley, organizar marchas de protesta, mientras que impulsó la aprobación en el Parlamento ucraniano de proyectos de Ley que atacan los derechos laborales de los trabajadores ucranianos como los contratos de "cero horas", y la Ley 5371, que impone la abolición efectiva de importantes derechos laborales. Toda la ofensiva de Zelensky contra el pueblo ucraniano debilita al pueblo y fortalece a la oligarqu´ía de Putin, así como a los gobiernos de los países imperialistas. Es decir, mientras el pueblo ucraniano en las calles, y en el campo de batalla defiende la independencia de Ucrania, su gobierno se dedica a atacar sus derechos más elementales, una política que va en contra de la revolución ucraniana, pero se traduce en un creciente descontento con Zelensky y su gobierno.
La izquierda mundial apoya la dictadura del criminal de guerra de Putin
Los grupos de la izquierda mundial se niegan a apoyar la revolución de Ucrania con la excusa de que "Ucrania recibe armas de la OTAN". Es una política contrarrevolucionaria de apoyo objetivo a la dictadura del criminal de guerra de Putin. El pueblo de Ucrania tiene derecho a recibir armas de quien sea, hasta del mismísimo diablo para derrotar la invasión fascista del criminal guerra. Pero esta política criminal del 99% de la izquierda mundial es la continuación en Ucrania de la política de conciliación de clases o "frentepopulismo" que está llevando los grupos de la izquierda mundial. Los stalinistas se hacen eco de la campaña de Putin de que Ucrania es un estado "Nazi" que hay que "desnazificar". Pero quien tienes escuadrones Nazis en su ejército es Putin, como denuncia el medio de comunicación The Hill que puedes leer haciendo click aquí.
El apoyo a Putin es parte de la política que tanto los stalinistas y socialdemócratas llevan adelante en todo el mundo de colaborar en forma pública y descarada con los gobiernos y coaliciones capitalistas, ubicando ministros, asesores y diputados en dichos gobiernos, o llamando a votarlos. A ellos se suman los grupos que provienen del trotskismo que están adoptando el mismo curso a toda velocidad integrando las coaliciones capitalistas, o llamando a votarlas. Con esta `política de colaboración de clases, los dirigentes de los grupos del 99% de la izquierda mundial están traicionando públicamente a los pueblos del mundo.
Ésta política es una traición porque rompe con el principio Marxista de la independencia de clase, provoca un grave proceso de retroceso y disgregación de todas la organizaciones de izquierda del mundo, lo cual da como resultado que no existan hoy organizaciones de izquierda que crezcan, o se fortalezcan. Por el contrario, el panorama es de inexistencia de un polo mundial que organice y atraiga a los activistas del mundo, producto del grave proceso de dispersión y disolución de todas la organizaciones de izquierda del mundo, sin excepción. Si quieres leer mas sobre la crisis mundial de la izquierda haz click aquí.
La ruptura con el principio Marxista de la independencia de clase no solo se produce en las fuerzas de izquierda que apoyan a Putin, sino también lamentablemente entre las minoritarias fuerzas de izquierda que apoyan a Ucrania. Agrupamientos como la Red Europea de Solidaridad con Ucrania, como Sotsialny Rukh (Movimiento Social) de Ucrania, Razem (Juntos) en Polonia o como la Campaña de Solidaridad Socialista con Ucrania de Estados Unidos han terminado apoyando los gobiernos imperialistas de la OTAN, promoviendo el ingreso de Ucrania en la Unión Europea, o apoyando la candidatura de Kamala Harris del Partido Demócrata en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. Sabemos que hay honestos compañeros en esos grupos, pero no podemos hacer silencio respecto de la política traidora que desarrollan esos grupos que siguen el camino de romper con el principio de la independencia de clase del 99% de la izquierda global.
Cuando se trata de enfrentar a una dictadura de un criminal de guerra, no se puede apoyar a gobiernos imperialistas que también son criminales de guerra. De ninguna manera se debe sembrar ilusiones en gobiernos que están llevando adelante un genocidio en Palestina, pero además como lo hemos explicado en éste artículo, que juegan un pérfido rol respecto de la revolución ucraniana y el pueblo ucraniano. De éste modo la revolución ucraniana sigue agravando la crisis de la izquierda mundial, y desnuda el oportunismo de los grupos que no son consecuentemente revolucionarios.
¡Apoyemos al pueblo ucrania ! ¡Seguir los triunfos de Kursk hasta la derrota de Putin!
La crisis de la oligarquía de Putin se agrava día a día porque los pueblos de la Federación Rusa son un caldero que levanta temperatura día a día. Los atentados, levantamientos, protestas se desarrollan en todas las repúblicas de la Federación Rusa el pueblo ingusetio ha logrado el derecho de crear un estado independiente de Rusia en medio del tiroteo de Karabulak con células del estado Islámico, Armenia ha comenzado un proceso de ruptura con la oligarquía de Putin, El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, reiteró que Armenia no apoya la invasión rusa a Ucrania, una declaración que muestra una grave crisis teniendo en cuenta que Armenia integra la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO) que encabeza Moscú.
Por otro lado los atentados a fines del 2023 en la línea de trenes en la línea Baikal Amur en el túnel de Severomouïsk, en el noroeste de la República de Buriatia, son expresión de los movimientos de descontento que circulan por las repúblicas de Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán, además de los movimientos de resistencia que se extienden con movilizaciones en Georgia y el descontento en los territorios georgianos de Osetia del Sur y Abjasia. Éstos movimientos, que reflejan el descontento con la dictadura son los que constituyen la base para empalmar con la derrota de la Batalla de Kursk e ir por la derrota definitiva de Putin.
Desde La Marx International estamos incondicionalmente del lado de Ucrania. Con todas nuestras fuerzas lo decimos: Viva la lucha de los trabajadores y el pueblo de Ucrania ! Viva la Batalla de Kursk! Y de este modo, siendo enemigos de la política contrarrevolucionaria de la OTAN, y Selensky, la revolución ucraniana inscribe una nueva y gloriosa página de otra hazaña militar extraordinaria, que pone sobre el tapete la lucha contra las dictaduras, y las revoluciones por la Liberación Nacional. Nuestro apoyo es parte de la lucha para terminar de una vez con las dictaduras que defienden el capitalismo, en el camino de las victorias por el Socialismo Global.
Deja tu Mensaje