La Marx International

 Una enorme insurrección encabezada por miles de jóvenes arrecia en 47 de los 64 distritos de Bangladesh contra el gobierno capitalista de Sheikh Hasina Wazed y la Liga Awami en el octavo país más poblado del mundo. El gobierno de la Primera Ministra Hasina ha impuesto un toque de queda, y el despliegue del ejército lanzando una represión para detener el movimiento que ha causado mas de 100 muertos, según los datos de los hospitales de última hora.  También el gobierno de Hasina ha interrumpido las conexiones de telecomunicaciones, canales de noticias, e internet para impedir el desarrollo de la organización entre los activistas que encabezan la revolución. 

La revolución de los jóvenes de Bangladesh se da en el marco de un proceso revolucionario que recorre la región del sudeste asiático como la revolución de Hong Kong, la revolución contra el golpe de estado en el país vecino de Myanmar donde las milicias armadas están liberando enormes franjas de territorio derrotando las tropas de la dictadura; la revolución en Sri Lanka que derrotó a la oligarquía de la familia Rajapaksa, o la huelga general en la India del 2020, la mas grande de la historia, que abrió la crisis de la oligarquía del grupo Madani la corporación india que es base de sustentación del gobierno de Modi, y ha conducido al actual retroceso electoral del gobierno Modi. Todos estos procesos de lucha que se desarrollan en el sudeste asiático contra los gobiernos capitalistas son parte del proceso revolucionario que sacude al mundo. Si te interesa leer sobre el proceso revolucionario mundial haz click aquí.

Estalla la insurrección de los jóvenes  

En la Bangladesh capitalista el 41% de los jóvenes de Bangladesh están desocupados, lo cual incluye el 66% de los licenciados universitarios, con lo cual el empleo en el estado es una de las pocas oportunidades de empleo para los jóvenes. Las manifestaciones que han bloqueado las calles de Daca, la capital del país, se desencadenaron por la ira de los estudiantes ante la decisión del Tribunal Supremo de restablecer un sistema de cupos que reserva el 30% de los empleos públicos a las familias de los combatientes en la guerra de independencia de Pakistán. Pero el pueblo denuncia que el sistema de cupos se ha convertido gradualmente en una herramienta política para que Hasina y la Liga Awami mantengan el control del Estado al llenar los puestos clave con partidarios leales, recompensando a sus secuaces a expensas de los que lo merecen.

Según el mencionado sistema de cupos, el 56% de los puestos están reservados, y el resto abiertos a la selección por méritos siendo que del total de vacantes el 30% se asigna a los nietos de los veteranos que lucharon en la Guerra de Liberación de Bangladesh en 1971, mientras que el 26% se reserva para mujeres, discapacitados, minorías étnicas y personas procedentes de distritos atrasados. Los estudiantes piden principalmente que se revoque el 30% de las vacantes reservadas a los nietos de los combatientes por la libertad, mientras que apoyan el mantenimiento limitado de las demás categorías. La Primera Ministra Hasina acusa a los manifestantes de "razakar", un término usado para describir a los colaboradores de Pakistán en la época en que el pueblo de Bangladesh luchaba por su liberación de Pakistán. 

Las protestas fueron pacíficas hasta el 15 de julio, cuando miembros de la Liga Chatra, afiliado a la Liga Awami, comenzaron a atacarlos con ladrillos y barras de hierro golpeando especialmente a las mujeres en los pechos, en el estómago y en la cabeza, a partir de lo cual la insurrección se extendió a todo el país. El gobierno suspendió la telefonía móvil para tratar de sofocar los disturbios, pero no ha podido frenar el desarrollo de la insurrección, aunque los funcionarios del gobierno de Hasina dijeron estar dispuesto a mantener conversaciones con los manifestantes. 

Pero los activistas que encabezan el levantamiento se negaron a reunirse con el gobierno de Hasina y comenzaron a atacar los sitios web oficiales del Banco Central, la Oficina de la Primera Ministra y la policía mediante "hackers" que instalaron en esos sitios mensajes como: "Ya no es una protesta, ahora es una guerra" o "Prepárense. La lucha por la justicia ha comenzado".

¡Viva la revolución de Bangladesh! ¡Viva la lucha contra el capitalismo! 

Las revolución de los jóvenes y el pueblo ha llevado a las protestas más numerosas y violentas desde la reelección de Hasina en enero del 2024, para cumplir con un cuarto mandato de los 20 años que Hasina ha llevado en el poder con diversos intervalos. El sistema de cuotas había sido suspendido en 2018 por otras protestas multitudinarias, y ahora el intento de la Primera Ministra Hasina de reinstalarlo, ha actuado como gasolina que levanta las llamas de las protestas que sacude a los campus universitarios han sido los principales escenarios de las protestas. 

La lucha del pueblo y los jóvenes de Bangladesh contra el gobierno capitalista de Hasina es la demostración que los pueblos del mundo están llevando adelante importante revoluciones contra el capitalismo y sus gobiernos, desafiando la represión, superando a  las direcciones traidoras. La lucha contra el desempleo está profundamente vinculado a la lucha contra el capitalismo, sus regímenes y sus gobiernos. Un gran número de mujeres se han unido a las manifestaciones. Las jóvenes se encuentran en una situación especialmente precaria en lo que respecta al acceso a la educación y al trabajo, pues las encuestas del Gobierno muestran que el 27% de las de entre 15 y 24 años no tienen acceso a la educación ni al trabajo, frente al 10% de los hombres jóvenes. 

Desde La Marx International saludamos la revolución del pueblo de Bangladesh. Es necesario que apoyemos desde todo el mundo esta lucha, así como todas las luchas de los pueblos oprimidos del mundo contra el imperialismo, el capitalismo, Wall Street y las corporaciones que dominan la economía capitalista mundial. La lucha del pueblo de Bangladesh, así como de todos los pueblos de la región dl sudeste asiático es un jalón fundamental en el camino de la lucha por imponer el Socialismo Global. 

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